Cómo elegirlas? ¿Con qué criterio? ¿Mandan las de maratónicas noches ante la tele o la compu o las fidelidad móvil vía celular, según el tiempo que nos quede? Difícil evaluarlo. Lo más que claro es que las series llegaron para transformar hábitos, crear adicciones y por qué no debates intensos entre nuestros pares en cuestión de gusto.
Y en este 2017 hubo de todo. Las de narcotraficantes, en todos los idiomas y colores: Desde las latinas herederas de El Patrón del Mal, como La reina del Sur, Sobreviviendo a Escobar, hasta las norteamericanas Narcos, Better Call Saul (ésta con el ingrediente legal) o la interesante Ozark, donde el lavado de dinero expuso un costado humanitario impensado.
Las enseñanzas que dieron buenos arranques en años anteriores permitieron la continuidad de varias. Sin discusión Stranger Things 2, pasó a ocupar el rol de la nueva niña mimada de Netflix, en reemplazo del peso que en su momento tuvo la oferta vía streaming con House of Cards. Esta liderada por el hoy cuestionado Kevin Spacey pasó este año sin pena ni gloria y sólo resta ver cómo será su cierre en 2018, centrada en la labor de Claire (Robin Wright), sin Frank Underwood.
Los chicos de Hawkins gozaron de una recargada Eleven (Millie Bobby Brown) en medio de un Halloween caótico. Su retorno significó millones de fieles en los distintos territorios emitidos.
Entre las épicas, Vikingos se ganó un lugar de boca en boca, pero Juego de Tronos no para de multiplicar adeptos en las distintas franjas etarias. Libre de ataduras del libro original, la séptima temporada de “Game”, como se la conoce vulgarmente a este mix de batallas conspiraciones y frases lapidarias, dejó un interrogante sobre su desenlace y la chance de varias precuelas.
Reconocida como la serie más costosa de Netflix, la continuidad de The Crown, historia que emula la vida de la reina Isabel II implicó un gasto de 130 millones de dólares, un relato cuidado (para muchos vigente) y una producción impactante. La promesa de su tercera temporada, reemplazando a sus figuras (¿incluirá a la talentosa Claire Foy?) es toda una incógnita.
Algunas conflictivo-amorosas como The Affair y Love, lograron silenciosas lealtades. Otras en modo sitcom, como Master of None, ayudó a recuperar la sonrisa, mérito al talento del director y protagonista Aziz Ansari. Su estilo emula a Jerry Senfield y el mismísimo cineasta Spike Lee. Billions, Ozark y otra edición de Black Mirror alternaron buenos y discretos momentos
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