Se hizo famoso por conducir el programa "El jefe y sus Pit bulls" por Animal Planet, donde rescata perros del maltrato de sus dueños y reivindica dicha raza de canes; pero su historia personal es, quizás, lo que pocos conocen y lo que él le reveló a DiarioPopular.com.ar
Shorty Rossi, tal es su nombre, es enano y tiene 43 años. Nació en una familia de clase media alta, conformada por sus papás, que tienen la misma anomalía, y sus dos hermanas más grandes, las cuales son de estatura normal. Su padre se había ensañado con él y lo maltrataba, por lo que, cansado de tanto abuso, decidió abandonar su hogar a los 14 años e irse a vivir con un amigo. Pero años más tarde, ingresó a una pandilla que lo llevó por mal camino. Fue condenado por intento de homicidio, por lo que pasó 10 años, 10 meses y 10 días en la cárcel.
"La cárcel fue lo que me cambió la vida. Sabía que no quería estar ahí, que no quería volver, y veía que había gente que volvía hasta cinco veces y yo no entendía como se podía ser tan estúpido", reveló Shorty, quien tiempo después decidió aprender informática y leyes y convertirse en consultor legal.
Sin embargo, su momento de gloria le llegó al mes de salir de prisión. "Un amigo que trabajaba en el parque temático de Universal Studios me avisó que estaban buscando un enano para hacer un baile y yo dije 'bueno, es trabajo' y al tiempo me enteré que era para la película Alvin y las Ardillas" relató.
Desde entonces se lo pudo ver en numerosos comerciales y trabajos como elfos, y reemplazando a niños. También ha actuado en películas como El Grinch, con Jim Carrey; Llámame Santa Claus con Whoopie Goldberg; y ShowTime con Eddie Murphy.
Trabajó en teatro y en el circo. Pero como consecuencia de todas las piruetas y de los esfuerzos que debió hacer, se lastimó la espalda. "En 2007 tuve que hacer 6 meses de reposo. Me querían operar pero las posibilidades de que fuera un éxito era de un 50 por ciento, así que prefería aguantarme el dolor", reveló a DiarioPopular.com.ar
De presidiario a formar su propia compañía
Después, se dio cuenta de que podía colaborar con otras personas de su misma condición, y creó una agencia de representación para enanos, llamada "Shortywood". Luego, llegó su oportunidad de conducir el programa por Animal Planet y a partir de ahí consolidó su fama. En el show expone su pasión por los pit bulls e intenta reivindicar a la raza a la que trata de "incomprendida".
Vive en Los Ángeles y en México, es soltero y tiene un hijo con el que no mantiene mucha relación. No volvió a ver a sus padres desde hace varios años y solamente tiene trato con una de sus dos hermanas. Junto a su compañía y a sus siete canes, realiza trabajos voluntarios para varias instituciones y recaudan dinero para obras de beneficencia.
"Ocuparme de los Pit bulls es como mi redención. Son una raza que no es bien comprendida, como la gente de baja estatura. La única diferencia entre vos y yo es la altura. Hay mucha gente enana que es muy inteligente, otras que estan muy enojadas y otros tantos que son idiotas, al igual que la gente de estatura normal", asegura Shorty quien concluye: "la mayor parte del mundo piensa que la gente de baja estatura son algo diferente. Los malentiende. Pero no se imagina que podemos ser médicos, abogados o incluso... el Jefe".