Ahí está parada María Sol Pérez. Impacta con su sensual vestido que resalta su cuerpo. Parece no registrarnos. Su vista está fija en la pantalla de su celular. Por allí transcurre gran parte de su vida y de su popularidad. A diario provee de material a sus seguidores por redes y a los medios faranduleros. Sin embargo, a la hora de hablar con DIARIO POPULAR, abandona por un rato a su Instagram y se entrega a la charla.
-Sol, ¿cómo te llegó esta propuesta para Pampita online por Telefé?
-En realidad me habían llamado de la productora para un programa en América. Fui a la reunión y ahí me avisaron que había cambiado y que sería para uno con Pampita por Telefé. La idea me encantó. Ni lo pensé y dije que sí. Para mí es algo distinto a lo que había hecho en TyC. Mi rol acá está bastante vinculado con el Derecho, que es una carrera que estudio hace tiempo. Intento darle, con humor, una solución a la gente que tiene problemas legales. Por ejemplo, gente que tiene problemas con vecinos. Doy tips de pasos a seguir. Y también opino sobre lo que tiene que ver con el espectáculo y la farándula. Ayudar a la gente siempre me gustó. Yo viajo mucho al interior, lo hice en este último año y medio, y cuando voy intento dar una mano. Lo que pasa que no lo ando contando en los medios. Lo hago sin interés y una cuando ayuda no busca el reconocimiento. El fin es ayudar, siempre que esté dentro de mi alcance. Igual lo del programa tiene que ver con dar consejos.
-¿Y con la carrera cómo venís?
-Este año me había anotado en algunas materias a la mañana. Pero se me complicó. No fui a cursar porque Pampita online iba a salir a la mañana. Al final cambió y me perdí los primeros meses de cursada por ir a los ensayos. Además, cuando volví de hacer la temporada en Córdoba me tuve que ir a Mar del Plata. Estuve con la grabación de la película Bañeros 5, que saldrá en julio. Estoy viendo si a mitad de año me anoto en una universidad privada para terminar la carrera. Me falta poco. Quiero terminar la carrera y recibirme por dos motivos: porque es algo mío que nadie me lo regalo y porque si no mi papá me mata, jaja. El siempre me remarcó la importancia de formarme. Yo estudié en la UBA. Yo me senté en el piso para estudiar. Estuve noches sin dormir. También quiero seguir estudiando para perfeccionarme, aunque sé que ahora tengo que darle importancia al laburo. Y no hablo de abogacía, sino de estudiar baile, canto, periodismo para poder opinar sin recibir chicanas. Estudiar siempre nutre.
-¿Te llevas bien con Pampita? Las dos tienen carácter fuerte, ¿no?
-Con Pampita había trabajado en el Bailando. Tenía buena onda, pero la relación ahí era de jurado y participante. Pero siempre fue amorosa conmigo. Nunca me había dicho algo que me doliera. Y cuando los primeros días de marzo se armó un lindo equipo. Me ayudan mucho con buena onda. La convivencia es mucho mejor que en algunas obras de teatro. Lo digo por experiencia, jaja. La cotidianeidad y el hecho de hacer lo mismo durante muchos días, a veces, hace que la convivencia cueste. Además cuando hacer temporada afuera estás lejos de tu familia y tus amigos. Lo importante es llevarse bien porque si te llevás mal, trasciende y la gente lo nota.
-¿Hay alguien con quien te llevaste tan mal que no volverías a trabajar?
-Sí, hay alguien. Es una chica, pero no quiero decir el nombre. (Todos los pensamientos apuntan a Rocío Robles, quien fue compañera de ella en La Isla Encantada, en Carlos Paz)
-Cuando arrancaste con tu tío (Fabián “El Gallego” Pérez) en Uno Contra Uno por TyC, ¿imaginaste que podría llegar a esto?
-¡No! Si hubiese soñado lo que fue pasando, jamás habría sido tan bueno. Nunca me había imaginado estar en el Bailando. Claro que cuando empezaron a preguntarme siempre dije que quería estar, pero no pensé que sucedería realmente. Lo veía muy lejano. Lo mismo que ser panelista en un programa de Telefé. El Derecho tiene mucho que ver con esto de opinar, exponer y defender tu punto de vista, pero en los medios yo siempre sobresalí por lo físico. Y es raro que a alguien que muestra su cuerpo le den la chance de hablar y expresarse de otra manera. Igual, yo creo que tener un buen cuerpo no quiere decir que no piense. Existen las minas que les dan bola a su cuerpo y que también piensan.
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