Susana Giménez y el cantante colombiano Sebastián Yatra, sorprendieron este martes a los pasajeros del subte H cuando los dos ingresaron a la plataforma y se camuflaron como artistas callejeros. Después de cantar dos temas, se descubrieron sus rostros y el impacto de las caras del público se viralizó en redes sociales. Ambos generaron lo que buscaban, el factor sorpresa.
Susana entrevistó al artista para su programa "Susana, Invitada de Honor" que se verá tanto por la plataforma de streaming Paramount Plus como por Telefe, aún con fecha a confirmar. Yatra llegó al país exclusivamente para grabar la nota. La diva se reivindicó luego de una acalorada discusión con Jorge Rial a quien mandó a "la mierda" con un gesto soez, cuando el periodista dijo que le iba a ir mal en sus regreso a las tablas en junio con la obra Piel de Judas, en Punta del Este.
Quien salió en defensa de la diva fue la capocómica Carmen Barbieri, quien en su magazine Mañanisima (Ciudad Magazine) dijo: "No hay que pegarle a los artistas porque el Pueblo los ama, los cuida y Susana es una mujer muy querida, además ella no estuvo agresiva". Y luego vino el palito contra Rial: "Sigue siendo el mismo de aquel de Intrusos".
Este mismo martes, en en su programa Argenzuela (Radio 10), Rial explicó lo que quiso decir: "Se enojó Susana, una dama, una señora de bien, sacada. Lo que yo quise decir es que en Punta del Este todos los artistas fracasan porque no tienen tradición de teatro, no es una plaza teatral". Tras la excusa vino el palito contra la diva: "Es fácil vivir en Barrio Parque o Punta del Este, ahí no tenés contacto con la realidad y hace años que no tiene contacto con la realidad".
Susana no siguió con la polémica, sino que se dedicó a disfrutar el día de con la grabación de la nota con Yatra en diversos paisajes emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires y disfrutar del contacto espontáneo con el público. Uno de los comentarios más pícaros y simpáticos que circuló en redes sociales fue que "Susana morocha es Moria".
La diva y el cantante llegaron al andén del Subte H disfrazados, colocaron una alfombra, dos micrófonos, improvisaron un escenario, cantaron los primeros dos temas con el rostro casi cubierto y las restantes dos canciones la entonaron con el público presente a cara descubierta. Para disimular de quiénes se trataban, dos estrellas internacionales, el operativo de seguridad apenas se percibió para no aguar la sorpresa.
La aparición de improviso de artistas de talla internacional en lugares públicos es una nueva tendencia. En Nueva York en 2017, la cantante Miley Cyrus sorprendió con su voz en la estación del Rockefeller Center y en 2019 Alanis Morisissette hizo lo suyo en el subte de la misma ciudad.