The Rolling Stones tocaron en la noche dl jueves por sorpresa en el club neoyorquino Racket NYC para celebrar el lanzamiento de su nuevo disco "Hackney Diamonds", el primer álbum de material nuevo de la banda en dieciocho años, en una actuación a la que se unió Lady Gaga.
Mick Jagger, Keith Richards y Ronnie Wood se subieron al escenario para interpretar siete canciones del nuevo álbum y también éxitos como "Shattered", "Angry", "Whole Wide World", "Tumbling Dice", "Bite My Head Off" y "Jumpin' Jack Flash", según ha informado este viernes su discográfica.
Lady Gaga se unió a la banda en el escenario para interpretar el single "Sweet Sounds Of Heaven" ante un público entregado y en una sala llena a rebosar.
Entre los invitados estaban Jimmy Fallon, Trevor Noah, Daniel Craig, Mary Kate Olsen, Elvis Costello, Diana Krall, Chris Rock, Taylor Hill, Rachel Weisz, Christie Brinkley, Ed Burns, Keegan-Michael Key, Minka Kelly, Christy Turlington y Andrew Watt.
La esperada salida al mercado de "Hackney Diamonds" este viernes pone fin al dilatado silencio musical de casi dos décadas sin canciones nuevas de The Rolling Stones, cuyo último álbum ha cosechado ya unas primeras críticas prometedoras
Éste es el primer proyecto de la veterana formación de rock que incluye a Steve Jordan en la batería en el lugar del malogrado Watts, quien pese a todo participa en dos canciones grabadas antes de su fallecimiento.
También es el primer trabajo de los Stones producido por Andrew Watt, un joven de 32 años que ha contribuido al éxito de otros artistas consagrados como Miley Cyrus y a quien se le atribuyen notables "renacimientos" musicales de figuras como Iggy Pop.
"Hackney Diamonds" -el vigésimo cuarto álbum de estudio original de la formación británica- cuenta con una lista nada desdeñable de invitados célebres, como el eterno Paul McCartney, Elton John, el ex Stone Bill Wyman y Lady Gaga.
Según la revista Rolling Stone -"biblia" del periodismo musical especializado-, este trabajo "no es, simplemente, otro álbum nuevo" del grupo, sino un "disco vibrante y cohesivo y el primer trabajo de los Stones que querrás escuchar más de una vez antes de dejarlo".
En una reciente entrevista con la BBC, Keith Richards se mostraba reacio a explicar el significado de los doce nuevos temas, limitándose a puntualizar que "es Mick quien escribe las letras".
El primer sencillo, "Angry", que ya se pudo escuchar a principios de septiembre y habla de cómo terminar "bien" una relación, recibió críticas excelentes de la prensa local, que la tildó -en palabras de The Telegraph- del "mejor sencillo en cuatro décadas del grupo" con adjetivos como "extravagante" o "desafiante".
En dos de los temas del disco aún puede escucharse la batería grabada del malogrado Watts: "Live by the Sword" (también con Wyman), y "Mess It Up", mientras que el bajo de Paul McCartney se escucha en "Bite Your Head Off", donde Jagger canta: "Si fuera un perro, me pasaría toda la noche aullando alrededor de tu casa".
El nuevo proyecto incluye alguna balada -"Depending on You", que aborda el desamor- y se cuelan arreglos que trasladan a la música góspel en "Sweet Sounds of Heaven", una canción sobre la pobreza y el materialismo con Stevie Wonder al piano y la mencionada Lady Gaga.
En "Tell Me Straight" se detectan ecos leves del difunto "grunge" de los 90 mientras que "Driving Me too Hard" es el fruto creativo del trabajo conjunto entre Jagger y Richards.
Otro de los temas, "Whole Wide World", vuelve la vista a los "momentos pasados" y "épocas complicadas": "Las calles por las que solía caminar están llenas de cristales rotos/Y en todos los lugares en los que miro, hay recuerdos del pasado", dice la letra, mientras que la tonadas "country" se sienten muy presentes en "Dreamy Skies".
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