Tinelli respetó a Yankelevich y no fue el martes al hospital, pero ayer sí estuvo en el cementerio.
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Tinelli: “Estos golpes te hacen valorar lo importante”
Ayer, Marcelo Tinelli en el programa Este Es El Show, de su factoría, sintió la necesidad de hablar con el público tras el fuerte golpe de la muerte de Romina Yan, la hija de su amigo Gustavo Yankelevich. De regreso del cementerio sostuvo: “Yo simplemente llamé porque tenía ganas de estar en este homenaje a Romina. Yo sé el perfil de Gustavo, que no le gusta dar notas ni para que lo elogien ni para que lo consuelen. Gustavo es una gran persona y siento mucho amor y lo quiero gritar a los cuatro vientos. Es un amigo y la persona más generosa que conozco. Acabo de venir del cementerio y vi a una familia destrozada. Para esto no hay palabras. Sólo podés ofrecer cariño, amor y abrazos”.
En la nota, Tinelli confirmó que hoy saldrá al aire con ShowMatch y reconoció que lo hará aunque “sea muy difícil para mí. Pero sé que es el deseo también de Gustavo que así sea. Pero se hace difícil. Antes de arrancar con el programa habitual voy a dedicar algunas palabras”.
Yankelevich fue el descubridor de Tinelli en la década del ‘90 cuando él manejaba el timón de Telefé. Para Tinelli, el productor-empresario siempre fue una fuente de consulta por más que ambos tomaran caminos diferentes. En el cementerio, Tinelli volvió a recordar también su triste pasado y se sintió consustanciado con el viudo, Darío Giordano: “Va a tener un trabajo muy arduo. Ojalá que Dios ilumine a Darío para seguir y cuidar a sus tres pichoncitos. Cuando murió mi papá, yo tenía casi la misma edad (10 años) que el hijo mayor de Romina y me acuerdo que me enojé mucho con la vida, incluso con mi mamá. Todo esto es muy fuerte”.
Sobre el marido de Romina, Tinelli señaló: “Yo no lo conozco mucho, pero sé que es muy querido y yo siento mucha simpatía por él”. Tinelli rescató parte de lo que se dijo durante la misa: “El tiempo va a cicatrizar las heridas de la vida”. Cuando todos se despidieron del entierro, Tinelli remató: “No me voy a olvidar nunca de la cara de Darío. ¡Terrible! Cuando pienso en él, me pongo a llorar”.
“Crecieron con Chiquititas”
Tinelli confesó que hoy lo único que quiere es acompañar a la familia: “Yo me hubiera subido a la camioneta con él, le hubiera propuesto irnos de viaje. En verdad, uno en estas circunstancias no sabe qué hacer, qué decir y uno no quiere incomodar. Fue un día muy fuerte y creo que lo mejor es el silencio. Justo el viernes pasado estuvimos con Gustavo y hablamos de la familia, de lo bien que estaban todos. Yo sabía que Romina era una gran persona, muy dedicada a sus hijos. Ella pudo superar los prejuicios de ser la hija de... Sé que le costó entrar a los medios. La verdad que uno hoy vive momentos terribles”.
Tinelli contó que se enteró de la muerte de Yan cuando estaba en una reunión de producción: “El Chato (uno de sus productores y mano derecha) me manda un mensaje de texto. Yo inmediatamente llamo a Gustavo y él me dice: ‘Hacé el programa tranquilo, mañana hablamos’. Tomé mi camioneta y camino al hospital lo vuelvo a llamar y él tiene la amabilidad de atenderme. Por mensaje de texto me dice que no vaya porque les iban a comunicar a los chicos lo que había pasado. El mensaje me mató y pegué la vuelta para mi casa”.
En ese momento, el conductor decidió no hacer el programa: “No me sentía nada bien. Corrí a casa para abrazar a mis hijos. Estaba la mayor, Micaela, quien fue fanática de Chiquititas. Hablé mucho con ella. Le expliqué que fue un fuerte golpe. Después con Candelaria hablé por la computadora. Las dos estaban profundamente dolidas. Les expliqué lo duro que es perder a un hijo”.
Como reflexión, Tinelli concluyó que “estos golpes te hacen valorar lo que es realmente importante. Yo trato de reflexionar, pero la vorágine muchas veces no te deja. A mí me ha tocado reflexionar desde chiquito bien o mal y solo. Son accidentes que pueden pasar, son tragedias. Todos venimos desde el mismo lugar y todos nos vamos a ir por el mismo lugar”.