Uniendo corazones Románticos

La FM suele ser espacio de cancheros que bromean hasta con los asuntos más serios, meros presentadores de temas y también gente que entiende el juego y sabe llegar al público de ese espectro con sus códigos a través de propuestas dignísimas. Entre estos últimos se encuentra Leandro Chino Leunis, bastonero del programa más escuchado en su franja: Románticos, de la FM 100 (99.9 mhz), que va de 20 a 24, con una “yapa” hasta las 2 de la madrugada. “Formalmente el programa Románticos convencional va hasta las 12, pero me quedo en La Hora de los Lentos, que sigue hasta las 2 AM. Tenemos un excelentísimo equipo de musicalizadores integrado por Graciela Platek (musicalizadora) y Diego Poso (gerente de la radio). Pero además se le presta mucha atención a lo que la gente propone. Tenemos una relación muy estrecha con el público a través de la distintas vías de participación como Facebook, Twitter y la página de la radio. Te diría que casi consideramos que hacemos radio juntos en virtud de esta interacción. Los que están del otro lado y nosotros vamos haciendo el programa de acuerdo a un Norte que tiene que ver con las sensaciones y emociones. Soy el conductor, pero tengo a mi productor que es Sebastián Gabe, parte importantísima del programa porque es el coordinador de aire, es el reloj del programa”, cuenta el Chino. “En este momento Románticos es el programa más escuchado de la noche en FM y tengo la sensación de que la música romántica es más escuchada que nunca en estos tiempos donde se ha perdido la vergüenza que tienen los hombres de aceptar que les gusta esta música. Ser romántico es una filosofía, una forma de vida, ser idealista, tratar de encontrarle la vuelta a disfrutar de lo simple. Todos los que hacemos este programa somos así”, define Leunis. Para este periodista deportivo y locutor del ISER que hace seis años está en la radio, el clima de “sentirse en casa” a pasar de estar en su trabajo es fundamental para el resultado del programa: “Cuando hago aire miro la tele, ceno, es muy especial lo que hacemos porque pasamos todas las noches juntos acá. Somos un grupo que disfruta de estar acá. Hay un ambiente de trabajo maraviloso que nos hace sentir que pasar la noche y acompañar a los demás es un privilegio más que un peso”. Con respecto a su historia con la emisora, cuenta que “mi crecimiento se fue dando en forma gradual cada vez he ido ganando más lugar. Empecé en la trasnoche, luego los fines de semana en horarios centrales, después con un programa propio a la medianoche con Bebe Contepomi y finalmente Románticos tal como sale hoy desde 1 hace dos años y medio. Como te dije, desde hace un año es el más escuchado, pero independientemente de una medición, a la que siempre le prestás atención, lo que nos da tranquilidad es la respuesta de la gente a la noche”. Nuevamente el Chino apunta a su conexión con un público incondicional, que ha sabido “formatear” a través de la propuesta que genera a través del envío: “Tenemos momentos en los que hablamos con la gente al aire en donde dejan su número de teléfono para poder conocer a otros oyentes o contactarse con otros románticos de la noche, pero siempre partiendo del punto que son gente que se identiica con la misma música y la misma forma de sentir. Hay gente sola, otros que tienen parejas fijas y otros que, simplemente, quieren encontrar a alguien. Es un programa que une personas que están en el mismo camino espiritual, no es un programa de enganches. Juntamos gente con valores similares, que aman la vida, el amor... lo increíble de las ciudades es que son muy grandes y a la vez es difícil conocer gente nueva; entonces generamos un espacio descontracturado donde la sinceridad es clave. Y por eso cuando alguien llama con buena vibra nos cuenta que luego recibe hasta 150 mensajes y no lo puede creer. Hay mucha gente que conoció a su amor por el programa. También regalamos viajes y algunas veces les ha tocado a parejas que estaban buscando un hijo y en ese viaje la mujer quedó embarazada... son cosas que nos dan satisfacciones. “En el programa no sólo tratamos una cuestión amorosa y romántica sino de fomentar los valores básicos que uno debería tener y parecen tan olvidados: confiar en el otro, ser generoso, compañero, poder confiar en los demás... queremos dar el ejemplo de eso al aire y creo que la gente lo siente y actúa en consecuencia”, concluye.
Por Wilmar Merino