El divorcio entre Vicky Xipolitakis y Javier Naselli no deja de sorprender. Es que la primera que salió a jugar fuerte fue la propia Vicky quien abandonó a su pareja en medio de acusaciones de violencia de género y abandono. Pero el miércoles Naselli, ya radicado en los Estados Unidos, retrucó con todo y presentó no solo una contradenuncia sino que además le puso un bozal legal para que no pudiera hablar de él.
Pero claro, Vicky siempre tiene nuevos recursos, y si bien no apareció en los medios para no violar el bozal, la mediática utilizó sus redes sociales para contar los tormentos por los que tuvo que pasar y no dejó para nada bien parado a su ex. Primero, describió la forma de ser de su pareja y lo trató de "manipulador".
"Da vuelta todo, su mejor habilidad es manipular todas las situaciones. Siempre se victimiza, para el afuera él es un señor culto y con mil idiomas. Pero vive de apariencias, está solo en la vida y no tiene amigos. Solo le importan sus clientes y no perder ni un peso", lanzó, furiosa, Vicky.
Y mostrando toda su furia y en un signo claro de advertencia, le dijo: "J.N. sabés lo que soy enojada, no me busques. Te amé, nunca nos cuidaste, siempre nos pisoteaste, nos dejaste tirados por tu forma de ser que tanto luché en mejorar y no pude", escribió en otro párrafo, en mayúsculas, antes de pedir justicia. Más adelante Vicky se mete directamente en los maltratos físicos y dijo: "Sinceramente, la agresión física la dejaba pasar, nunca le di importancia, más me dolía la verbal. Siempre le pedí que adelante de Salva no grite, sabía mi punto débil, nunca le importó su hijo y menos yo", explica Vicky, quien tuvo junto a Naselli a Salvador Uriel, un bebé que hoy tiene 8 meses.
Sobre los golpes que recibía del empresario, la joven describe: "Físicamente recibía cachetadas a mano abierta que me dejaban la piel colorada por distintas partes del cuerpo, o empujones por cosas que le parecían mal o no le gustaban. Y las agresiones verbales eran todo el tiempo denigrándome como mujer".
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Por primera vez en medio de esta batalla, Xipolitakis cuenta que el 24 de julio fue el día en el que tomó la decisión de separarse y se lo comunicó a su abogado, Fernando Burlando. En ese momento, Naselli le dijo que no le iba permitir dejar el departamento.
"Exploté en llanto y le dije: 'Es la última vez que me faltás el respeto'. Ahí fue cuando me empujó y ahorcó tan fuertemente, que ni cuenta me daba de los golpes. No dudé en hacer la denuncia y ponerle fin a todo esto", contó de manera cruda y dando cuenta de la violencia que ella denunció. Pero más adelante hay un hecho mucho más fuerte y es cuando Vicky se refiere al día en que Naselli golpeó a su hijo, Salvador. "Le pedí que lo tenga a upa porque tenía que ir al baño y él lo revoleó a Salvador y rebotó en la cuna. El bebé abrió grandes los ojos y miraba asustado. Hay cosas que no puedo perdonar", confesó.
Triste por este terrible desenlace, Vicky expresó: "Traté de apostar a una familia que nunca existió, porque yo sí me había enamorado y estaba muy ilusionada en formar una familia feliz. Pensaba que con amor podía mejorarlo, pero juro que no pude. Hice de todo, dejé mi vida para acompañarlo a todos lados. Vivía dándole sorpresas, amor... Mi mayor acto de amor fue darle un hijo. Me arrepiento del padre que le di a mi hijo".
La guerra judicial aun no empezó y seguramente habrá muchas novedades en un caso que tiene a la violencia como denominador.