Los Leales – Kun Agüero
Un clásico. Un joven y tierno Agüero canta que "lleva el fútbol en la sangre". De fondo, los punteos de la guitarra y un ritmo pegadizo. Todavía jugaba en Independiente, ni siquiera había cumplido 20 años y ya era un ídolo en todo el país. Movedizo hasta para el baile, le dedica la canción a "su mamá y sus hermanas". Te-ma-zo.
El pibe de oro – Piola Vago
"Escuchá Carlín, esto es para vos, eh", le dice Piola Vago antes de que suenen las primeras notas. La relación de la banda con el "Apache" viene de ahí, del barrio, de "Fuerte Apache". Los músicos de Piola Vago solían compartir picaditos en el barrio, y el mismo Tevez se animó a tocar con ellos. Una de las primeras canciones cumbieras para un jugador.
La cumbia del Pipita – Soleado de Sauce de Luna
Con una melodía más santafesína, el estribillo dice "La sangre tira, Pipita Higuaín es de mi Argentina". Le agradecen por haber rechazado a Francia y elegir jugar para el país. Y hasta dice que su sueño es "alzar la copa del Mundo con su amada Selección". Para agarrar a tu pareja y romper la pista.
La cumbia del Pocho – Mauri y la Sonora
Los entrerianos vieron la veta: Lavezzi fue el sex symbol del Mundial; el preferido de las chicas y el más simpático del grupo de jugadores que viajaron a Brasil. La canción le pide que "se saque la remera mojada". Polémica.
La zurda de oro – El Polaco
La canción que El Polaco le escribió a Marcos Rojo no era la primera que hacía el cantante para un futbolista. Con Lionel Messi hizo una cosa parecida: hizo un repaso desde su infancia hasta que se transformó en el mejor jugador del mundo. Fiel a su estilo musical, le canta que "el país se llena de orgullo viéndolo". Un buen tema para la "Pulga".
Bonus Track: Canción para Trezeguet – Los Reyes de la Bachata
De las mejores canciones que se escribieron a un jugador de fútbol. Si sos hincha de River, probablemente llegués a las lágrimas. El grupo la cantó en "Hay Equipo", con el francoargentino ahí. David los miraba serio, tímido: emocionado. La letra cuenta cómo mantiene su humildad a pesar de haberse convertido en el ídolo que es. El estribillo, de los más pegadizos de todos. Para escucharla una y otra vez.