El Equipo de José, aquella formación de Racing que en la década del ‘60 revolucionó el fútbol argentino con su dinámica y mística ganadora, el 29 de agosto de 1967 -hoy se cumplen 50 años- obtenía su primera y única Copa Libertadores, tras vencer a Nacional de Montevideo por 2-1, en el desempate jugado en Chile.
Ese equipo, dirigido por Juan José Pizzuti, fue considerado una verdadera revolución en el fútbol de su época, en que todavía no se habían superado las secuelas de lo que fue el fracaso denominado “desastre del Mundial de 1958” del Seleccionado, y cuando los equipos grandes recurrieron a jugadores extranjeros para reforzarse y cambiar la imagen y el juego.
Racing fue campeón del fútbol argentino en 1966 con una notable campaña en la que solamente sufrió una derrota, en la segunda rueda ante River, que fue el subcampeón, por 2-0 en el estadio Monumental.
La “Academia” demostró una notable mística ganadora, sin especulaciones, saliendo a ganar en todas las canchas. En una época en que los equipos argentinos ya empezaban a atacar con apenas dos o tres jugadores, Racing mandaba también a sus defensores a buscar aquellos célebres centros llamados “ollazos”.
La “Academia” integró el Grupo 2 y arrancó con un claro éxito frente a River por 2 a 0, en Avellaneda. Después, el equipo cayó frente a un poco conocido 12 de Octubre, de Bolivia, como visitante, por 3 a 0, Ya no volvería a perder en la primera etapa y clasificaría para las semifinales tras dejar en el camino a los conjuntos colombianos Independiente Medellín e Independiente Santa Fe, y a Bolívar de Bolivia.
En el grupo de las semifinales, Racing volvió a cruzarse con River, con el que empató 0 a 0 como visitante. Después, acumuló cinco triunfos consecutivos: ante Universitario de Deportes de Perú, por 2 a 1 en Lima y Avellaneda; frente a Colo Colo, 2 a 0 en Chile y 3 a 1 en el estadio Presidente Perón, donde por la última fecha superó al equipo de Núñez por 3 a 1.
Un equipo argentino volvía a estar en las finales tras los éxitos de Independiente, campeón en 1964 y 1965, y el fracaso de River ante Peñarol en 1966. Y nuevamente para enfrentar a un equipo uruguayo, esta vez Nacional de Montevideo.
El primer partido se jugó en Avellaneda, donde unos diez mil uruguayos colmaron la tribuna donde está el mástil del “Cilindro” y atronaron con sus clásicos tamboriles en una tarde gris y fría. Fue un empate sin goles.
Aquellas imágenes del duro juego de los jugadores de Nacional, que una y otra vez revolcaron a los jugadores de Racing por el césped del estadio Centenario, se vieron por TV en una recordada transmisión en blanco y negro que no titubeó en mostrar las duras entradas de los uruguayos.
Hubo que ir al desempate y por fin llegó la final en el estadio Nacional de Santiago de Chile, ante unos 50.000 espectadores. Racing marcó ventaja en el primer tiempo, con goles de Joao Cardoso, a los 14 minutos, y Raffo, a los 43. Cuando faltaban 11 minutos, descontó Viera para Nacional. Los minutos finales fueron emocionantes y dramáticos para los hinchas “académicos”.