Otra vez volvieron a aparecer los penales en el camino de la Copa Argentina y en las definiciones de Lanús.
Ayer por la noche, con suerte diferente a la de Barranquilla por la Sudamericana, el Granate eliminó a Douglas Haig por 4 a 2 en la tanda, luego de consumado el 1 a 1, en un encuentro que parecía tenerlo controlado, pero se le complicó.
A pesar de la diferencia de jerarquía, que se notó dentro del campo de juego, Lanús pecó con lo que viene convirtiéndose en un déficit a corregir: la eficacia en el área rival. Y luego de dominar por completo el trámite del encuentro, en la única jugada que estuvo mal parado, el conjunto de Pergamino anotó la igualdad.
En una jugada con un poco de fortuna, los dirigidos por Ezequiel Carboni abrieron el marcador. Al minuto 12 de juego, Joel Martínez encontró la pelota en el área y con un remate débil la ubicó al costado del palo para el festejo y la tranquilidad de su equipo.
Y con la ventaja obtenida, la diferencia entre los equipos se notó a simple vista. Los vestidos de blanco movían la pelota de mitad para adelante dejando sin efecto la presión que intentaron los bonaerense y por los costados siempre se marcó diferencia, en el desarrollo del trámite del encuentro.
En lo que fue la última presentación de Esteban Andrada con la camiseta dónde consiguió tres títulos, la noche era de mucha tranquilidad, dónde más allá de algún centro sin demasiado peligro, no había tenido mucho trabajo. Pero cuando faltaban 10’ para el final del complemento Cristian Duma realizó una gran actuación personal, que guapeó contra sus marcas y mano a mano clavó el empate en el Norberto Tomaghello.
Después los penales, que otra vez se hicieron presente en la Copa Argentina, le dieron otra vida a Lanús, que en la próxima ronda de la competencia se enfrentará a Atlético de Rafaela, que dejó en el camino a Defensores de Belgrano, con una goleada por 4 a 1.