Arbitros "a dedo", el cuento del gran bonete

El cambio no estaba en los planes: el director nacional de arbitraje, Horacio Elizondo, lo anunció antes del sorteo de los referís de Primera y muchos dirigentes le golpearon la puerta al presidente de la AFA, Claudio Tapia, para mostrarle su disconformidad.

Oficialmente, el anuncio de Elizondo sorprendió a Tapia, quien consideró que en las próximas horas mantendrá una reunión para pedir explicaciones. Desde el entorno del ex árbitro aseguran que fue Tapia quien bajó la orden que él terminó poniendo en práctica. Ese teléfono descompuesto no favorece al hombre que fue designado en el cargo por el comité normalizador, situación residual que no es del agrado de la actual gestión.

La primera División continuará con el habitual sorteo para los árbitros y la modificación alcanza únicamente al Ascenso, precisamente en la previa del clásico entre All Boys y Nueva Chicago. El club de Mataderos, representado por su vice Daniel Ferreiro, fue uno de los puntales en la carrera de Tapia a la presidencia y la novedad arbitral generó por sí sola un fantasma remanido sobre los jueces puestos a dedo. De lo mismo hablaron las pintadas con las que amaneció el edificio de Viamonte -y rápidamente borradas- que señalaban a Tapia y Ferreiro por beneficiar a su entorno.

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Algunas fuentes le dan crédito al desconocimiento de Tapia sobre el cambio en la designación de árbitros para el Ascenso y que el hecho de haberse enterado de la situación con el hecho consumado le causó un disgusto que hace tambalear a Elizondo.

Otros creen que al ex árbitro le indicaron que Chiqui ordenaba el cambio y este “pisó el palito”: ejecutó una “orden” que el propio presidente objetará y, tal vez, le cueste el cargo. La realidad es una: el Ascenso tendrá árbitros a dedo, pero nadie se hace cargo de la decisión