La Selección Argentina se asentó en el Mundial. El triunfo ante México la había puesto de pie y contra Polonia terminó de afirmarse con una contundente victoria por 2-0 gracias a los goles de Alexis Mac Allister y Julián Álvarez, ambos en el segundo tiempo. Lionel Messi, pese a errar un penal, jugó un partidazo.
Con este resultado, el combinado de Lionel Scaloni terminó líder del Grupo C, con seis puntos, y enfrentará a Australia, escolta de Francia en el Grupo D, el próximo sábado a las 16 horas por los octavos de final.
Salvo en el resultado, Argentina fue absoluta protagonista durante los primeros 45 minutos. Doblegó por completo a Polonia con un partido perfecto en todas las líneas y fabricó las opciones más claras de gol. Mereció irse al descanso en ventaja, pero se encontró con un arquero que atajó los remates amenazantes de Julián Álvarez y le contuvo un penal a Lionel Messi.
La Pulga, a tono con el resto, salió enchufadísimo. Metido en partido, participativo en las elaboraciones y dispuesto también a dejar la piel para recuperar, el capitán fue una pieza clave. A los 35 minutos, recibió un manotazo en la cara del guardameta Wojciech Szczesny cuando saltó cabecear un centro de Álvarez y el árbitro, tras la intervención del VAR, decretó el tiro castigo. Un penal de esos que sólo se cobran en esta Copa del Mundo.
El remate cruzado del futbolista del PSG lo sacó a mano cambiada Szczsny, quien había anticipado en la semana que lo tenía estudiado, y aprobó el examen, porque se tiró bien hacia su izquierda y desvió la ejecución al tiro de esquina.
Eso que la Selección había cocinado durante la etapa inicial, lo desayunó en el arranque del complemento. Es que en apenas un minuto de salir del descanso, se conectaron Di María y Molina, el lateral derecho lanzó el centro atrás fuerte y rasante y Alexis MacAllister con un derechazo cruzado -un poco mordido- la puso junto al poste más lejano.
Después de la apertura del marcador, Scaloni sacó a Di María para poner a Leandro Paredes y poblar la mitad de la cancha. El ingreso de un mediocamipista le dio más tenencia a la Scaloneta, que cimentado desde la posesión, engendró el segundo tanto: toqueteo en campo rival, conexión riverplatense entre Enzo Fernández y Julián Álvarez y golazo al ángulo del 9.
Argentina fue fiel a su fisonomía, esa que extrañaba, y pisó fuerte en la última fecha de la fase de grupos del mundial. Hizo memoria en un momento clave, para llegar con confianza plena para los octavos de final, ante Australia, el próximo sábado.
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