Arsenal de Sarandí dejó en claro que lo que sirve en el fútbol es la contundencia. Ni los merecimientos, ni la cantidad de chances que pueda tener un equipo. Los goles mandan y así se midió el encuentro en Viaducto: a pesar de que avasalló Tigre cuando todo estaba cero a cero, el local convirtió en dos de las oportunidades que creó y se impuso 2-0 con tantos de Luis Leal y Tiago Banega.
El partido del conjunto del Moncho Ruiz se dividió en dos facetas. Durante el primer tiempo fue dominado por el Matador, que con Mateo Retegui y Facundo Colidio fue una amenaza constante cerca del área. Y después del gol a los 60 minutos, pasó a ser el dueño de la fiesta, hasta llegar a ampliar la diferencia.
La herramienta preferida de Arsenal para hacer daño ante tal dominio de su rival fue jugar de contraataque. Y por esa vía llegó al primer tanto de la tarde. Lautaro Guzmán fue quien comandó el avance a pura velocidad, llegó a la puerta del área y soltó hacia la izquierda con Luis Leal.
El portugués, con mucha confianza (suma 3 goles en los últimos 4 duelos) abrió el pie y venció a Gonzalo Marinelli. A partir de ese grito, se acomodó la batuta de Ruiz y Tigre se minimizó por completo.
Arsenal se recibió de protagonista 12 minutos más tarde con un gol al estilo Barcelona 2011. Toqueteo en la puerta del área buscando los espacios, paredes para romper el bloque defensivo, pelota en el aire para que la baje de cabeza Cuesta y volea espectacular de Tiago Benega para el 2-0.
Con esos dos ganchos, el Arse dejó en la lona a Tigre y consiguió un gran respiro en sus aspiraciones por escaparle a los descensos. Por ahora está sumergido en la zona roja, pero con esta efectividad e intenciones de buen funcionamiento todavía se permite soñar con mantener la categoría.