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Con un gol de Hazard a los 42 minutos, Bélgica venció al último campeón de la Eurocopa y despidió a CR7 de la competencia. En cuartos jugará ante Italia.
Era una final adelantada lo que disputaban Bélgica, gran candidato a quedarse con el título, y Portugal, vigente campeón de la Eurocopa, en el Estadio Olímpico de Sevilla por los octavos de final. Y terminó siendo nada menos que para los belgas, que, como si fuera poco, eliminaron del certamen a Cristiano Ronaldo, el máximo goleador.
Un gol de Thorgan Hazard y escasas oportunidades de gol para ampliar la ventaja le bastó al combinado de Bélgica para superar al conjunto lusitano y meterse en los cuartos de final, donde se enfrentará a Italia, otro de los equipos que se perfila para levantar el trofeo.
Corrían 42 minutos del primer tiempo cuando el futbolista de Borussia Dortmund tomó la pelota en la zona izquierda del ataque y sacó un impactante disparo desde afuera del área que venció las intenciones del arquero Rui Patricio.
Con ese golazo, Bélgica sacó boleto para meterse entre los ocho mejores de la Eurocopa y enfrentarse a la Azzurra, que ayer superó a Austria por 2-1 en tiempo extra. El partido por cuartos de final será el próximo viernes desde las 16 horas de Argentina.
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En un partido disputado en el Estadio Puskás Aréna, de Hungría, República Checa venció a Países Bajos 2-0 y clasificó a los cuartos de final de la Eurocopa, instancia en la que se medirá frente a Dinamarca, que eliminó a Gales con una goleada.
Tomáš Holeš y Patrik Schick anotaron los goles para el triunfo de los checos, que llegaban al encuentro con un andar irregular tras meterse en la fase premilinar como uno de los mejores terceros de la primera ronda.
La selección holandesa era la favorita de esta llave tras clasificar como primera de su zona con puntaje perfecto al vencer por 3-2 a Ucrania, 2-0 a Austria y 3-0 a Macedonia del Norte. Sin embargo, la expulsión del defensor Matthijs de Ligt a los 10 minutos del primer tiempo la comprometió.
A partir de allí, República Checa encontró más espacios para atacar y dominó el juego a través de la tenencia de la pelota ante un rival que había mermado la posesión. La superioridad la plasmó en el resultado a los 68 minutos, por intermedio de Holes, y la amplió a los 79, con un tanto de Schick.
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