Todo equipo que se precie de tal debe sustentarse en las sociedades, es algo fundamental. Hablar de las individualidades que San Lorenzo tiene de mitad de cancha hacia adelante, sería algo obvio.
Pero ayer construyó un tándem por demás interesante, con Fernando Belluschi y Ezequiel Cerutti.
Es cierto que el Pocho Cerutti tiene en su velocidad su sello distintivo, aunque a veces parece que corriera más rápido de lo que piensa. Pero ayer tuvo a ese asistente genial, el que pone la pelota justa en el lugar preciso. Ese fue Belluschi, quien participó en las jugadas de los tres goles, dos de ellos marcados por el juninense.
En el primero, Cerutti quedó mano a mano con Arias y definió bajo, tras lo cual chocó con la pierna del arquero de Defensa y Justicia, mostró señales de dolor y todos se preocuparon. Pero se recuperó rápidamente, para ampliar la ventaja con otro gol, urdido en la usina futbolera del ex Newell’s y River, con un taquito, para poner el 3 a 0 que lo puso a salvo al Ciclón de cualquier reacción.
No necesitó San Lorenzo que Belluschi jugara todo el partido. Salió faltando diez minutos, pero su ADN futbolero regó todo el campo de juego, para que la gente lo pudiera disfrutar.
En tanto que Nico Blandi, el artillero del equipo (el de ayer fue el segundo que marca en la Superliga), también anotó su gol y luego del partido expresó: “Es importante para un delantero llegar al gol, pero más lo es que el equipo pueda estar ahí arriba en la tabla y que sepa a lo que tiene que jugar”.
Más adelante admitió que “el golpe de quedar afuera en la Copa Libertadores fue durísimo, pero lo importante es levantarse rápidamente y ser competitivos”.
Luego, cuando se le preguntó acerca de si el Pampa Claudio Biaggio debe o no seguir en la dirección técnica en forma definitiva, arrancó con una respuesta de manual: “es una decisión que toman los dirigentes”, aunque luego le “tiró” un mimo: “vino a dar una mano y estamos contentos con él”.