El intercambio duró unos 30 minutos aproximadamente y se produjo sobre el césped de la cancha número 1 del predio
"Pedro Pompilio" mientras el resto de los concentrados para el partido del domingo realizaba trabajos de definición.
Orión tomó primero la palabra luego de quedar involucrado en versiones de una pelea de manos con el mediocampista
Pablo Ledesma, dentro del vestuario, en la previa del entrenamiento del viernes.
Un día antes, en conferencia de prensa, Ledesma
lo había dejado expuesto como "alcahuete"-sin nombrarlo- de los periodistas que publicaron intimidades de la relación entre los jugadores y el cuerpo técnico.
Luego, el arquero escuchó a Bianchi, que se mostró afectado anímicamente
durante el mensaje público entregado por el capitán,
Juan Román Riquelme, acerca de la postura asumida por el plantel en relación a los rumores periodísticos.
El enganche avisó que tanto los futbolistas como el DT
harán silencio hasta el fin de la temporada si ningún cronista se presenta antes del partido con
Racing para denunciar qué jugador provee las informaciones.
Con ese clima tenso, aunque ligeramente más distendido en la práctica de esta tarde,
Boca cumplió su última sesión de trabajo ante del clásico en Avellaneda. Tareas regenerativas y fútbol en espacio reducidos, con la inclusión de utileros y kinesiólogos, también formaron parte del ejercicio de hoy en Casa Amarilla.
El probable equipo para el encuentro es el siguiente: Orión; Leandro Marín, Daniel Díaz, Juan Forlín y Emanuel Insúa; Cristian Erbes, Diego Rivero o Federico Bravo y Juan Sánchez Miño; Riquelme; Luciano Acosta o Diego Perotti y Emmanuel Gigliotti.
Además, quedaron concentrados Emmanuel Trípodi, Claudio "Chiqui" Pérez, Hernán Grana, Fernando Gago, Juan Manuel Martínez y Claudio Riaño.
Boca, que se ubica decimotercero con siete puntos sobre 18 posibles, visitará mañana a Racing (último con cuatro) desde las 21.30 en el Cilindro de Avellaneda, con arbitraje de Silvio Trucco, por la séptima fecha del torneo Final.