Los goleadores tienen la posibilidad de silenciar las críticas y los cuestionamientos a fuerza de hacer bien su trabajo.
Es decir de mandar la pelota adentro del arco rival, con la finalidad de hacer ganar a su equipo.
Ese, precisamente, es el caso de Nicolás Blandi en San Lorenzo, un delantero que sin brillar ya se convirtió en el máximo artillero del Ciclón en la actual temporada, dejando su sello impreso en todas las competiciones afrontadas por el equipo de Diego Aguirre.
Hasta el momento, en la campaña 2016/17 Nico lleva convertidos 21 goles (10 en el campeonato de Primera, 4 en Copa Argentina, 4 en Copa Sudamericana y 3 en Copa Libertadores) en 38 encuentros disputados, con un promedio de 0,54 por partido, demostrando en las redes que es un atacante de cuidado y que nunca va a dejar de a pie a sus compañeros.
Esos números toman, todavía, mayor preponderancia si se tiene en cuenta que de acuerdo al esquema utilizado por DT uruguayo muchas veces Blandi juega como único delantero.
Así y todo, cuando el Ciclón lo necesita siempre está listo para entrar en escena y entonar el grito sagrado del fútbol.
Analizando las estadísticas generales del Nueve en San Lorenzo, en las dos etapas que lleva en el club de Boedo, se advierte una evolución interesante en su eficacia.
Durante 2013/14 el artillero nacido en Campana jugó 35 partidos anotando 5 tantos. En el primer semestre de 2015 se fue a jugar a Evian, de Francia, y desde su regreso a la actualidad participó en 64 encuentros anotando 33 tantos.
Es decir que en 99 partidos jugados para el Ciclón la embocó 38 veces, con una media de 0,38 goles.
Más allá de los números, que son importantes en su cuenta personal, Nicolás Blandi demostró a fuerza de goles que es capaz de sacarle máximo provecho a las situaciones que se le presentan, que en algunos partidos no fueron muchas, pero las suficientes para darles alegrías constantes a los sanlorencistas.
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