En la primera quincena de mayo, con tres Superclásicos tremendos, Boca se jugará la suerte de este primer semestre del año, sabiendo que no puede equivocarse, porque el mínimo error lo dejará afuera de su principal objetivo, la Copa Libertadores, y nada menos que ante el rival de siempre. Pero más allá de la preocupación que significa River, el equipo del Vasco confía en sus virtudes, y una de ellas es su "poder de fuego", con un total de 38 goles en 17 partidos oficiales.
Una buena marca, a un promedio de más de dos tantos por encuentro, con la curiosidad que fueron anotados por 17 jugadores diferentes, lo que habla a las claras de las diferentes formas de atacar que tiene el xeneize.
Sus máximos artilleros son sus dos Nueve, Daniel Osvaldo con 6 y Jonathan Calleri con 5, pero después hay un reparto equitativo, con algunas sorpresas en la segunda línea, ya que ahí aparecen César Meli, Nicolás Colazo y Sebastián Palacios, todos con 3.
La idea del Vasco es que todos lleguen a posición de gol, y esa fue una de las premisas en este cambio de cara respecto al año pasado, con la necesidad de que los volantes pisen el área rival y que los laterales también aparezcan como extremos.
De allí esta participación activa de Meli, también de Colazo, pero de otros que siguen en el pelotón, como Nicolás Lodeiro, Andrés Chávez y Federico Carrizo, que anotaron 2.
El cordobés Cristian Pavón debutó en la red ante Lanús, sumándose así al lote de los que ya pudieron gritar un gol de manera oficial, tales los casos de Daniel Díaz, Cristian Erbes, Fernando Gago, Franco Cristaldo, Juan Cruz Komar, Fabián Monzón y Leandro Marín.
De los habituales titulares, sólo no pudieron convertir Gino Peruzzi, Marco Torsiglieri, Andrés Cubas y Pablo Pérez (éste anotó en los torneos de verano), como así también otros de menos participación en la lista de 28 jugadores utilizados por el Vasco, como Guillermo Burdisso, José Fuenzalida, Gonzalo Castellani, Guido Vadalá, Rodrigo Bentancur y Federico Bravo, a los que hay que agregar a Emmanuel Gigliotti, quien jugó algunos minutos antes de partir al fútbol chino.
Boca tiene gol de sobra y esa será un arma fundamental en la batalla por dejar afuera a River.
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