Conflicto en puerta. Cagliari cambió las condiciones de la oferta que había hecho por Naithan Nández y si hoy no la mejora, Boca dará por terminada la negociación, por lo que el uruguayo continuará en el Xeneize. Teniendo en cuenta esto, son siete los extranjeros con los que cuenta Gustavo Alfaro en su plantel, cuando el límite permitido por AFA es de seis.
Parecía que todo estaba cerrado y las horas de Nández en el club de la Ribera estaban contadas. Sin embargo, todo cambió de la noche a la mañana y ahora el club deberá resolver que hacer para liberar a un futbolistas que no haya nacido en el país.
El club italiano compró hace unos días al oriental Christian Oliva, mediocampista de Nacional de Montevideo, por cinco millones de dólares y ese fue el primer indicio de que la cláusula de Nández no la iba a pagar. Quiso cambiar la forma de pago y el Xeneize se cansó de tanta vuelta y tiró todo hacia atrás. Si hoy no se resuelve, la única posibilidad que tiene Naithan de irse es que aparezca otro equipo y pague los 20 millones de dólares de la cláusula de rescisión. El Leicester de la Premier League inglesa es uno de los que parece haber mostrado cierto interés.
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Si se queda, Boca estará obligado a dar de baja un extranjero, ya que en este mercado de pases, además de los que tenía, llegaron los colombianos Jorman Campuzano y el paraguayo Junior Alonso. Esto se sumaron a Lucas Olaza, Wilmar Barrios (esperan que llegue alguna oferta antes del 31 de enero, día en el que cierra el mercado de pases en Europa), Sebastián Villa, el mencionado Nández y Frank Fabra, quien todavía sigue dado de baja en AFA aunque ya está recuperado y en condiciones de reaparecer.
En estos momentos, el colombiano Campuzano, que llegó en este mercado de pases por pedido expreso del entrenador, no ha podido ser inscripto en el libro de pases, y si ninguna transferencia se termina de concretar, los dirigentes analizan la posibilidad de cederlo a préstamo.
Aunque en un primer momento, ante el retorno de Fabra, se iba a alejar Olaza, Emanuel Mas podría ser vendido a Gremio de Porto Alegre o San Lorenzo y Boca quedaría diezmado en esa zona.
Ante este panorama, los dirigentes deberán resolver cuanto antes la situación.
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