Por disposición de los organismos de seguridad, los festejos de la Liga Profesional debían realizarse durante dos horas dentro del estadio para permitir que en la otra cancha se vaya la gente. Y así fue en La Bombonera: cantos, colores, luces y una fiesta, tanto de los jugadores en el campo como de los hinchas en las tribunas para festejar un nuevo campeonato de Boca.
Pero con el correr de las horas, los hinchas que vieron el partido en sus casas comenzaron a movilizarse al Obelisco, tradicional zona de festejos. Luego se fueron sumando los propios fanáticos que salían de la cancha. La Boca y el centro porteño fueron los dos puntos de mayor encuentro para miles de bosteros que cierran el fin de semana a puro bombo y platillo.
Cantos, dedicatorias a otros clubes (y sobre todo River, con personas vestidas del fantasma de la B), camisetas, banderas, carteles, y fundamentalmente pasión. Y por suerte, hasta el momento no se registró ningún tipo de incidentes: en el Obelisco todo es carnaval del pueblo boquense.
Eso sí, en algunas zonas hay cortes para posibilitar la movilización de la gente, que llega caminando, en auto, moto o transporte público. La Avenida 9 de Julio Sur sentido Centro, en toda su traza y las arterias Paseo Colón; Alte Brown e Independencia y Wencislao Villafañe, sentido sur, están completamente interrumpida según informó la Secretaría de Transporte en sus redes.