Boca no tuvo ni la serenidad ni las ideas para sacar tres puntos en La Bombonera que lo hubieran dejado un poco más a tiro de Estudiantes, que ya había hecho los deberes el sábado frente a Colón. Rosario Central, el mismo que lo eliminó de la Copa Argentina y lo dejó sin Libertadores 2017, le dio otro dolor de cabeza en un partido caliente.
Caliente porque, después de que Darío Benedetto diera muestras de su calidad con una exquisita definición para poner el 1-0, Teófilo Gutiérrez marcó su primer gol en La Boca y generó un revuelo de los suyos: dibujó con sus manos la banda cruzada en el pecho y terminó expulsado, tapándose la nariz bajo un coro de insultos que bajaba desde las tribunas.
El problema para Boca fue que el delantero colombiano se llevó puesto a uno de los constructores de su juego, Ricardo Centurión, quien también vio la roja por su reacción y se perderá los partidos contra San Lorenzo y Racing.
Cuando el árbitro Darío Herrera ordenó la reanudación del juego, el elenco del Chacho Coudet se mostró más prolijo y tuvo más la pelota, pero las situaciones de gol fueron para el local, que tuvo sus chances y hasta pegó tres pelotas en el travesaño en cinco minutos furiosos de esa primera etapa: Tevez, Benedetto y Pavón fueron los que dejaron su marca en el arco defendido por Sebastián Sosa.
En el medio, Frank Fabra le cometió un claro penal a Paulo Ferrari, pero llamativamente el árbitro y uno de los jueces que estaba en el área no vieron la infracción.
El ritmo cayó notoriamente en el segundo tiempo. Ambos intentaron jugar la pelota al ras del piso, pero la lentitud y la falta de sorpresa hizo que las incursiones ofensivas se diluyan en tres cuartos de cancha. Frente a esta impotencia abundaron los remates de media distancia, como uno de Tevez para Boca a los 20 minutos y otro de Martínez para Central, a los 32, ambos sin puntería.
La monotonía casi se rompe por un error de Bentancur, que quiso trasladar la pelota a metros del arco y la dejó servida para Camacho, quien se topó con una brillante tapada de Sara para evitar una nueva caída de su valla.
La atajada del arquero de Boca fue casi la única emoción de allí al final, ya que en los últimos minutos apenas hubo aproximaciones de peligro frente a los arcos. El equipo de Guillermo Barros Schelotto quedó a siete puntos de la cima, con una imagen desdibujada y con tres partidos de riesgo en el horizonte: San Lorenzo, Racing y River.
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