Boca Juniors recibirá este sábado al Gimnasia de Diego Armando Maradona con el objetivo de ganar o sumar puntos y esperar el resultado que obtenga River en Tucumán ante Atlético, para poder ser campeón de la Superliga o forzar un desempate con el Millonario, en lo que es una apasionante definición del campeonato.
El encuentro, correspondiente a la fecha 23, la última del campeonato, se jugará en la Bombonera desde las 21 horas, será dirigido por Facundo Tello y televisado por Fox Sports Premium, que podrá verse en vivo haciendo click AQUÍ.
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Los comandados por Miguel Ángel Russo son escoltas hasta el momento de la Superliga con 45 puntos, tras 13 victorias, seis igualdades y tres caídas en los 22 encuentros disputados por la competición; un punto apenas por debajo de los de Gallardo, que poseen 46 unidades luego de 14 triunfos, cuatro empates y la misma cantidad de derrotas.
El camino de Boca hasta este desenlace tuvo tanto momentos casi excelentes como altibajos. Arrancó con un invicto de seis triunfos y tres empates en los primeros nueve partidos disputados, un comienzo casi arrollador, y que incluyó, entre dichos enfrentamientos, el Superclásico ante, precisamente, el Millonario. Pero luego, empezó a ser más irregular en cuanto al juego y los resultados, con apenas dos triunfos en los siguientes ocho partidos.
Y en este último tiempo, luego de la asunción de Russo al frente de la dirección técnica, y ya sin ninguna competición obstaculizando el objetivo de alcanzar a River y luchar por el campeonato hasta el final, es que llegamos a este gran presente del Xeneize, con cinco triunfos al hilo, con los que llega a la gran final ante el Lobo platense.
Que River no gane, en primera instancia. En caso de una igualdad del Millonario, un triunfo de los de Tevez y compañía (ya que un empate le daría el título a los de Núñez); mientras que, si los de Gallardo pierden, sumar un punto forzaría un desempate, mientras que, hacerlo de a tres, haría que el escudo Xeneize sume una nueva estrella.
Ambos se vieron las caras en 146 ocasiones, con 79 triunfos para el Xeneize, 35 empates y 32 victorias para los de La Plata. Este duelo volverá a disputarse en la Bombonera después de casi 6 años: la última vez fue en el Torneo Final 2014, por la última fecha, en la misma jornada en la que se dio el último título a nivel doméstico de River.
Boca no depende de sí mismo para ser campeón, pero eso no quita que la Bombonera explotará y la ilusión (y las radios) estarán más prendidas e intactas que nunca. En el Xeneize todos saben que, mas allá que el empate te da posibilidades, sólo sirve ganar, y necesitarán eso y una “mano de Dios” en Tucumán para poder ser, por 69° vez, campeón, y dar la vuelta olímpica en el plano doméstico por 34° ocasión y tras casi dos años.
Una definición apasionante, donde también hay sentimientos de revancha, principalmente en La Boca, pese a que sea meramente simbólica, por las últimas y significativas eliminaciones, que incluyó una final de por medio, por parte de River en la Copa Libertadores; una herida que aún duele y que, este sábado, buscan en Brandsen al 800 que empiece a sanar de una vez. ¿Podrá el Xeneize darlo vuelta para dar la vuelta? ¿La arrebatará el título a River? ¿O serán los de Marcelo Gallardo los que, nuevamente, se impongan en este nuevo duelo ante el eterno rival? Se juega una final en la Bombonera y ni siquiera Dios se lo quiere perder.
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