Iban 41 minutos del segundo tiempo y Boca ya tenía el resultado que quería, buscaba y necesitaba ante Vélez para convertirse en el nuevo líder de la Liga Profesional. En ese contexto, Hugo Ibarra miró al banco de suplentes y llamó a Simón Rivero, un pibe de las Inferiores del club. Y con él, ya son 32 los juveniles que debutaron en el Xeneize desde que Juan Román Riquelme asumió como vicepresidente del club, en 2019.
Simón Gonzalo Rivero nació el 16 de abril de 2003 en Malagueño, Córdoba. Llegó a Boca en 2016 y empezó a transitar su camino en las Inferiores hasta destacarse el año pasado en la Quinta División, que se terminó consagrando campeona. Ese mismo año, tuvo su primera convocatoria en Primera División para aquellos dos partidos con San Lorenzo y Banfield en los que el Xeneize jugó plagado de jóvenes, aunque no sumó minutos.
A principios de este año, Hugo Ibarra lo subió a Reserva. Y ahora, el Negro lo hizo debutar. Un día antes, Rivero había firmado su primer contrato profesional hasta 2026 con tan solo 19 años. Es volante creativo, zurdo y habilidoso, y según marcan algunos, con características similares a Ángel Di María.
Rivero es uno más de una larga lista de chicos que tuvieron su estreno en Primera desde que Juan Román Riquelme asumió como vicepresidente del club, en 2019. Aunque del total, 29 son surgidos de Boca Predio, mientras que otros tres (Luis Vázquez, Gastón Ávila y Leandro Brey) se incorporaron recién en Reserva.
El cordobés de 19 años es el cuarto que se estrena bajo la conducción de Hugo Ibarra: Luca Langoni, Gonzalo Morales y Maximiliano Zalazar son los tres restantes. El técnico que más juveniles promovió fue Sebastián Battaglia, con 17, mientras que Miguel Ángel Russo hizo debutar a 11. Además, varios de los 32 lograron asentarse en Primera.