Los retoques que ensayó
Carlos Bianchi resultaron clave para el andar de este
Boca copero de la mitad de la cancha hacia adelante. Porque con la aparición de
Lautaro Acosta por la franja derecha encontró un arranque claro en la mitad del campo, desequilibrio por velocidad sobre la raya y centros tan bien dirigidos como peligrosos. Y también porque con la novedad del doble '5' ya no dejó tan expuesto a
Leandro Somoza quien mostró una notable mejoría, simplemente porque con el guerrero
Cristian Erbes como ladero no tuvo que moverse a los costados para cubrir espacios, ítem con el que sufrió y mucho el último sábado ante Quilmes.
Claro que nada cambió en defensa. Con un
Christian Cellay que dejó permanentemente abiertas las puertas de su sector y porque los centrales siguieron dudando cada vez que la pelota les viajaba vía aérea.
Con este panorama se armó el partido. Frente a un rival bien mexicano, sin complejos para manejar el balón con varios hombres en campo rival, pero con mucha ingenuidad para moverse en defensa.
Entonces, con mucha más experiencia y rodaje, Boca no debió exigirse mucho para adelantarse en el marcador. Fue en el minuto veintidós minutos y a través de un penal. La infracción se la cometió el cordobés
Diego Novaretti a
Lautaro Acosta y lo sentenció
Santiago Silva con un derechazo furioso que se metió bien arriba.
Claro que, a diferencia de lo que sucedió en el debut del torneo casero, Boca salió distendido y rifó gran parte del segundo período. Fue cuando los mexicanos tomaron el control absoluto del protagonismo. Estuvieron a tiro tras una jugada en la que primero falló feo el por entonces ya insultado Cellay y que se prolongó con una clara falta de
Matías Caruzzo, otra vez Caruzzo, contra
Edgar Benítez. El penal encontró a un gigante
Agustín Orión quien también se anotó un bis y se quedó con el remate cruzado de
Carlos Rodríguez. Pero lo peor estaba por venir. Y el cuarto de hora que siguió fue una pesadilla para Boca y volcó la balanza, en el trámite y en el resultado, para el lado visitante. El empate llegó con una definición del recién ingresado
Carlos Esquivel y el segundo tras una vaselina fantástica del paraguayo
Edgar Cardozo, la gran figura de la noche.
Perdido y desorientado, Boca se mandó a buscar el empate con las pocas fuerzas que le quedaban y tuvo el gol con un remate divino de
Lucas Viatri que rebotó en el palo derecho de
Alfredo Talavera. Y así la noche xeneize se apagó entre la sorpresa y la frustración.
Síntesis:
Boca: Orion: Cellay, Caruzzo, Burdisso y Clemente Rodríguez; Lautaro Acosta, Somoza, Erbes y Erviti; Juan M.Martínez y Silva. DT: Carlos Bianchi.
Toluca: Talavera; Gamboa, Novaretti, Héctor Acosta y Gerardo Rodríguez; Santos, Tiago, Báez y Benítez; Sinha y Tejada. DT: Enrique Meza.
Gol en el primer tiempo: 22m. Silva (B), de penal. Goles en el segundo tiempo: 14m. Esquivel (T); 29m. Benítez (T). Cambios en el segundo tiempo: 12m. Magallán por Cellay (B); 13m. Esquivel por Santos y Lucas Silva por Báez (T); 20m. Viatri por S.Silva (B); 33m. Ríos por Tejada (T); 37m. G.Fernández por Somoza (B). Incidencias en el segundo tiempo: 6m. Orion le atajó un penal a G.Rodríguez (T). Cancha: Boca. Árbitro: Víctor Carrillo (Perú).