Con este triunfo, y a partir de otros resultados, la verdeamarela ya se metió en la cita mundialista, siendo el primero en lograrlo, al margen del país organizador.

Para Brasil son todas sonrisas. Gana, golea y gusta de la mano de su técnico Tite y el sueño de estar en el Mundial de Rusia ya es casi una realidad. Esta vez el que lo sufrió fue Paraguay, que ni apelando al juego brusco pudo frenar a Neymar y compañía, quienes desplegaron un fútbol de alto vuelo, dibujando un 3 a 0 final que quedó corto con lo visto en el estadio Arena Corinthians.

Es que el local se hizo dueño del partido desde el arranque, al menos con la tenencia de la pelota, chocando contra una selección paraguaya bien parada atrás, pero que no reparó en apelar al juego fuerte para detener la habilidad de los rivales, en especial de Neymar, blanco preferido en ese aspecto.

Brasil fue siempre más, pero le costó traducirlo en situaciones de gol y, en contrapartida, en el primer descuido, Paraguay tuvo una clarita. Fue a los 12 minutos, cuando Miranda intentó salir jugando desde el fondo con Neymar, se anticipó Bruno Valdez y dejó solo a Derlis González, quien dentro del área desvió desde posición inmejorable.

Desde ahí, el conjunto guaraní solo se limitó a defenderse, porque lo de Brasil fue un monólogo. Y así, a los 25, tras un tiro libre de Neymar, desviado por Antony Silva, llegó el centro de Miranda y el cabezazo de Marquinhos, bien tapado otra vez por el arquero con esfuerzo.

Todo era del local, pero faltaba la última puntada, la que llegó a los 34, a todo lujo, tras una gran pared entre Paulinho y Philippe Coutinho, que éste último definió con un zurdazo exquisito para el 1 a 0.

Con la ventaja, el complemento fue un “baile” de Brasil, con un Neymar inspiradísimo. Y así fue como antes de los 5 minutos lo tuvo primero Paulinho y después el crack de Barcelona. Hasta que un minuto después, el árbitro decidió premiar a Neymar, dándole un penal inexistente, que él mismo ejecutó sin éxito, ya que le adivinó la punta Silva.

Poco le importó a Neymar, que siguió “humillando” con su gambeta, y así, a los 18, armó una jugada sensacional, dejando a cuatro en el camino y definiendo sobre la salida de Silva para el 2 a 0. Y la frutilla del postre, en un festival de fútbol, fue el golazo de Marcelo, después de varios toques y un taco de Paulinho.

La previa y el relato:

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