Fútbol
Cansado de la falta de respuestas, el Tata dejó de ser el entrenador de Argentina. Fueron 693 días con un promedio de efectividad altísimo y dos finales de Copa América perdidas
El andar de Gerardo Martino en la Selección Argentina tuvo picos altos. Los números del Tata, que presentó su renuncia esta tarde, en magnitud, muestran buenos resultados: el técnico condujo al combinado nacional en 29 encuentros, consiguió 19 victorias, siete empates y tres derrotas. No se va por los malos resultados: se fue harto de la dirigencia.
El ciclo Martino comenzó el 12 de agosto del 2014, a 30 días de la derrota contra Alemania en la final del Mundial. Venía, después de un mal año en Barcelona, a suceder a Alejandro Sabella, subcampeón del mundo. En total, duró 693 días.
Martino disputó seis encuentros por Eliminatorias a Rusia 2018. Comenzó mal, con una derrota como local contra Ecuador y empate en Paraguay, como visitante. Igualó en el Monumental ante Brasil y se fortaleció, recién, en Barranquilla: venció por 1-0 a Colombia y comenzó una escalada que continuó con los triunfos ante Chile en Santiago y Bolivia en Córdoba. Con estos resultados, se ubica tercero en el camino al Mundial.
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Estuvo en dos Copa América. En total, de los diez partidos que jugó, ganó siete, empató uno y cayó en dos ocasiones, ambas contra Chile, ambas por penales. El equipo, en esos torneos, mostró un nivel de juego alto, pero se cayó en la final.
En cuanto a los amistosos, encabezó al conjunto en once juegos. El primero se dio el 3 de septiembre del 2014, en Dusseldorf, contra Alemania. En aquel debut del Tata, Argentina ganó 4-2, sin Lionel Messi y con una actuación soberbia de Ángel Di María. Al final, de los once, cayó en dos, salió con una sonrisa en siete y empató en uno, contra México, en septiembre del 2015.
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