El cruce de cuartos de River tendrá una particularidad. La primera y más fuerte es la presencia en el arco de enfrente de Juan Pablo Carrizo, a quien el descenso lo marcó para siempre.
“River fue mi lugar, donde me crecí como jugador, donde me formé. Va a ser un encuentro de emociones, ahí viví cosas muy lindas y cosas negativas, va ser volver a mi casa, a la casa que me abrió las puertas al mundo. Va ser emotivo todo, pero cuando pite el árbitro hay que jugar y todo se olvida”, dijo tras el partido que le ganaron a San Lorenzo el ex arquero del Millo.
Carrizo, además, no cree que lo vayan a tratar mal. "Me gustaría ver a la gente de nuevo. Volver y que me reciban como quieran. Yo siempre agradecí el trato de los hinchas, porque fue fenomenal, con respeto y cariño", dijo quien fuera primero campeón, figura y hasta arquero de selección y luego uno de los que quedó sindicado como responsable de aquel año. Sus flojas actuaciones en aquel 2011 fueron un golpe muy duro en su carrera.
Cerro Porteño le dio vuelta el partido y eliminó a San Lorenzo de la Copa Libertadores
“Lo que nos tocó vivir a nosotros fue algo difícil deportivamente. Yo considero que ese momento tarde o temprano iba a llegar, por cómo se fueron dando las cosas. Yo asumí la derrota deportiva, muy triste porque marca la historia del club, pero se refundaron, esto valió la pena", agregó el arquero tras festejar el 2-1 que le dio el pase al equipo paraguayo.
La segunda particularidad es que el entrenador del rival será Miguel Ángel Russo, a quien River enfrentó en la fase inicial con Alianza Lima, pero para los entrenadores no rige la prohibición de los jugadores que no pueden jugar para dos equipos la misma competencia.
Carrizo regresó desde Europa a préstamo de la Lazio para aquel año y su regreso acabó mal. De vuelta a Lazio casi no jugó y fue cedido al Catania. Luego pasó al Inter, donde estuvo varias temporadas, y desde allí voló a México para jugar en el Monterrey. Este año se sumó a Cerro Porteño, donde tuvo continuidad y buenos rendimientos.