Barcelona debutó este martes en la fase de grupos de la Champions League 2019 con un empate sin goles y como visitante ante el Borussia de Dortmund, un partido en el que las intervenciones del arquero de los catalanes, Marc-André ter Stegen, evitaron la victoria del equipo local.
El Barça basó su juego en ataque en la posesión, en arriesgar casi nada y en desbravar la salida del rival, que empujado por la grada, parecía un equipo inglés en los primeros diez minutos.
Pero poco a poco los de Valverde se fueron sintiendo más cómodos. Ansu Fati era protagonista desde la derecha y se vieron las primeras conexiones entre Antoine Griezmann y Luis Suárez.
Un remate del francés, que salió a córner, y un remate de Piqué a la salida de un córner que no encontró un segundo rematador fueron los primeros avisos del Barça frente a un rival que sufría mucho desde el saque de esquina.
Tras un primer tiempo igualado, el Dortmund generó más peligro en la reanudación y tuvo el primer tanto en el minuto 56 con una pena máxima que Ter Stegen atajó a lanzamiento de Marco Reus.
Pese a la entrada en el segundo tiempo de Lionel Messi, que en Alemania jugó los primeros 30 minutos de la temporada, el Barcelona generó pocas ocasiones de gol y cosechó un punto clave para su futuro en el torneo.