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Unico líder y equipo más goleador del torneo. Dejó escapar la mitad de las unidades en los últimos cuatro partidos y llega con más dudas que certezas, pero terminó el domingo con un punto más de ventaja sobre el escolta
Pasó el primero de los tres partidos clave para Boca en esta recta final del torneo y volvieron a aparecer dudas de cara al futuro, especialmente pensando en el duelo del próximo domingo, nada menos que el Superclásico, ante River, en la Bombonera. Dos puntos perdidos, la falta de juego y el escaso “punch” en ataque quedaron como saldo preocupante ante el rival de toda la vida y que también es una amenaza para su condición de líder. Pero Boca cerró el domingo con una sonrisa ya que la derrota de Newell’s le permitió sacar un punto más de ventaja, ahora 4 sobre el escolta rojinegro.
¿Cómo llega el equipo de Guillermo Barros Schelotto al clásico?
1) Una racha en picada: Sólo ganó 6 de los 12 últimos puntos en juego. Un empate de local con Patronato, más otros dos de visita ante Rafaela y Estudiantes comprometieron su liderazgo, reduciendo la ventaja que tenía. Le cuesta ganar y sólo pudo hacerlo de manera lógica ante el último de la tabla, Arsenal.
2) Falta de juego: Sin Gago y Centurión en cancha sufrió demasiado en ese sentido durante estos partidos. Recién contra Estudiantes en La Plata volvió a tener a los dos en cancha, pero no en su plenitud física y futbolística. De esa dupla depende la creación del equipo y necesitará tenerla en el mejor nivel si quiere vencer a River.
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3) Fragilidad defensiva: Sus dudas en el fondo lo hacen padecer en casi todos los encuentros. Frente a Estudiantes levantó en ese aspecto y no le convirtieron en los últimos tres partidos, pero igual no es garantía de nada sobre todo teniendo en cuenta el poderío de gol de River con los intratables Alario y Driussi.
4) Le sobra poder de fuego: En esa zona está su mejor virtud ya que Boca es el equipo más goleador del campeonato con 48 anotaciones. Aunque la irregularidad en el rendimiento de sus jugadores es otro elemento preocupante. En La Plata inquietó con la gambeta de Centurión mientras tuvo aire y piernas, pero tanto Benedetto como Pavón no estuvieron en una buena noche, algo que ya había pasado en Rafaela. Boca los necesita en su mejor versión ante River.
5) Ausencia de carácter: Un ítem que lo condiciona en muchos partidos. La falta de líderes hace que en ocasiones no pueda imponer sus virtudes ni encarar con decisión en momentos favorables. Se tendrá que hacer fuerte en ese aspecto si quiere ganarle a un River que está fuerte desde lo mental. Ante Patronato, Rafaela y Estudiantes estuvo en condiciones de ganar, pero no se animó por ese miedo escénico de arriesgar y quedarse sin nada.
En pocas palabras, Boca llega al Superclásico con más dudas que certezas, aunque sabiendo que tiene potencial, la ventaja de ser local y de estar arriba de todos. Deberá hacerse fuerte de la cabeza para creer en sí y entender que es un partido que tiene que ganar para recibirse definitivamente como el gran candidato.
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