Brasil es una máquina, configurada por el técnico Tite. La Verdeamarelha comenzó bailando con la más fea pues Uruguay se puso arriba gracias a un gol de penal de Edinson Cavani.
Pero este equipo que con Tite no sabe lo que es conjugar el verbo perder, llegó a siete triunfos al hilo, gracias a Neymar y Paulinho, quien anotó un triplete y su último gol fue un lujo de pecho, se terminó imponiendo 4 a 1 y está virtualmente clasificado al Mundial de Rusia. La Celeste, escolta, fue de mayor a menor.
Mediante dos errores llegaron los goles de un partido que no defraudó. Primero, en el equipo brasileño, el defensor Marcelo la canchereó y al bajarla de pecho dejó corta una bocha para el arquero Alisson quien, al salir, bajó al atacante Cavani dentro del área. Desde los doce pasos el hombre del PSG no perdonó y facturó.
Aunque Brasil no se quedó de brazos cruzados. Aprovechando un mal pase de Carlos Sánchez los de Tite ensancharon la cancha y, mediante los botines de Neymar, un pase a Paulinho fue el primer paso para lo que terminó siendo un golazo. Avanzando, Paulinho miró al arco y sacó un exquisito tiro con la cara interna de la zurda. El destino fue de red y la paridad, justa, fue para enmarcar.
En el complemento comenzó el carnaval de la Verdeamarelha gracias al siempre temible Neymar y el entonado Paulinho. Antes de los cinco minutos Martín Silva rechazó un disparo de Firmino pero, en el rebote, Paulinho volvió a mojar. Entonado, Brasil fue por más y tras un pelotazo con el muslo derecho Neymar la dejó mansa y frente al arco picó de zurda la pelota y esta tuvo destino de red.
Golpeado, Uruguay se dio cuenta que la historia no se iba a dar vuelta pero Brasil no levantó el pie del acelerador, Paulinho se terminó llevando la pelota a su casa. Tras un centro preciso de Dani Alves el entonado Paulinho mandó con el pecho la pelota al fondo de la red y así dio otro paso de este temible equipo brasileño que tiene la cabeza en Rusia 2018.
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