Por el encuentro de vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores, River empató 1 a 1 este jueves con Cerro Porteño en La Nueva Olla, clasificó a semifinales y ahora enfrentará a Boca en un nuevo Superclásico copero. Es la cuarta vez en las últimas cinco ediciones del torneo continental que los de Marcelo Gallardo clasifican a esta instancia. Hace una década que no cae en suelo paraguayo por torneos internacionales.
River fue quien tuvo la iniciativa en el inicio del partido, pero Cerro Porteño el que primero golpeó. A los 8 minutos, Nélson Haedo Valdez, el histórico delantero del Ciclón, abrió el marcador de palomita, para gritarlo en una Nueva Olla que explotó ante una serie que estaba más que abierta. A partir de ahí, se vio un encuentro parejo y dividido, donde ambos equipos se repartieron por ratos el control del mediocampo. Lo sí prevaleció, al igual que en el encuentro de ida, fueron las piernas bruscas, las faltas fuertes y la polémica: a los 19 minutos, Haedo Valdez le dio una terrible patada a Exequiel Palacios y, pese a ser llamado por el VAR, el árbitro, Julio Bascuñán, decidió sacarle sólo amarilla.
En líneas generales, el Ciclón dominó por mayores ratos y, a través de su presión fuerte y constante y los ataques por las puntas, tuvo varias jugadas claras de peligro. Sin embargo, los dirigidos por Miguel Ángel Russo no las pudieron aprovechar, en parte por la destacada actuación de Franco Armani, y, con esto, igualar el resultado global. Por su parte, se vio un River nervioso, con muchas imprecisiones y dependiente de individualidades para poder generar las pocas chances de peligro que tuvo. Así se fue la etapa inicial en Asunción.
En la segunda etapa, River volvió a ser quien arrancó con la iniciativa, pero esta vez, a diferencia de la primera etapa, le iba a dar resultados. A los seis minutos, Nicolás de la Cruz, con un zapatazo, le rompió el arco a Carrizzo y gritó desaforado el gol del empate en el marcador, un tanto que empezó a sentenciar la historia. A partir de esto, se hizo un encuentro de ida y vuelta, donde ambos equipos tuvieron sus chances claras, pero donde los de Gallardo fueron quienes mayor peligro generaron, aunque sin eficacia en cuanto a la definición de las jugadas. Con los festejos de los hinchas, jugadores y el CT del Millonario por avanzar a una nueva fase, y teniendo en cuenta el rival que se viene, se diluyó el encuentro en la Nueva Olla.
Con este resultado, se confirmó lo que todo un continente esperaba: River y Boca se enfrentarán en un nuevo Superclásico copero tras la emblemática final en Madrid. El ganador de la llave enfrentará, en el Estadio Nacional de Chile, el sábado 23 de noviembre, al vencedor del choque entre Gremio y Flamengo. Sin embargo, antes de las semifinales se le viene un duelo más que duro y trascendente a los de Gallardo: el encuentro ante el Xeneixe por la Superliga del próximo domingo.
Será la tercera vez consecutiva que River disputará las semifinales de la Copa Libertadores. ¿Cómo le fue en las dos anteriores? En la primer quedó eliminado en una épica serie ante Lanús, mientras que en la segunda dejó afuera a Gremio de Brasil y avanzó al partido desenlace ante Boca Juniors donde terminó levantando el trofeo. Además, de las últimas cinco ediciones del torneo continental, consiguió llegar a esta instancia en cuatro.
Fue el 17° encuentro del Millonario en tierras paraguayas por torneos internacionales. En los mismos, obtuvo ocho derrotas, tres empates y seis triunfos. La última vez que cayó en su visita al país fue en la Libertadores 2009, hace más de diez años, cuando no pudo imponerse ante Nacional de Asunción y perdió por 4 a 2.