Boca volvió al triunfo en Santiago del Estero al vencer 2-1 a Central Córdoba, pero la noche pudo verse empañada tras una fuerte infracción de Marcos Rojos a un jugador del equipo local, que el arbitro sancionó levemente.
A los diez minutos del segundo tiempo, el defensor y capitán de Boca se cruzó con Ramiro López, autor del 1-1 parcial, y tras una aparatoso empujón le propinó una patada cuando López estaba en el piso.
López se levantó enseguida para recriminarle por la patada y ambos fueron frenados por los otros jugadores. El árbitro, Falcón Pérez, decidió amonestar a los dos antes del tiro libre en favor de Central Córdoba, lo que provocó la bronca de los jugadores y cuerpo técnico del Ferroviario.
Según dicta el reglamento, Rojo merecía la tarjeta roja en el partido entre Boca y Central Córdoba. Es que el defensor del Xeneize pegó una terrible patada a Renzo López, que se encontraba en el piso. Lo más extraño es que el árbitro Yael Falcón Pérez le sacó amarilla.
El VAR, además, no cuestionó la decisión del árbitro. Sin dudas, una decisión muy discutida en el campo de juego y también en las redes sociales, donde la gran mayoría entendió que se trataba de una jugada de expulsión.
El defensor, además, llegó a la quinta tarjeta y no podrá disputar el próximo encuentro ante Barracas Central.