Debido al partido del jueves ante River, que definirá el pase a cuartos de fiinal de alguno de los dos en la Copa Libertadores, Rodolfo Arruabarrena decidió preservar lo mejor que tenía.
En los primeros minutos, los dos se estudiaban, pero en la primera llegada clara del partido, el Rojo golpearía fuerte. De contragolpe, Matías Pisano metió un buen centro para Lucas Albertengo, que de cabeza, abrió el marcador.
Con la rápida ventaja conseguida, los dueños de casa trataban de seguir con su juego y mostraban buenas jugadas asociadas, en el mediocampo.
Sin embargo, en defensa dejaban algunos huecos, que por momentos aprovechaba Andrés Chávez. Los dos dejaban espacios atrás y daban ventajas en ese aspecto, aunque el conjunto de Avellaneda parecía más peligroso y era superior. A pesar de eso, en el peor momento del Xeneize, llegó el empate con un cabezazo corner.
Con la igualdad, el equipo dejó de pasar sobresaltos, y sobre el final de la primera etapa se lo perdió increíblemente Chávez tras un rebote que dio Diego Rodríguez a un nuevo cabezazo de Burdisso.
En el complemento, el conjunto de Diego Almirón arrancó mejor y ponía en peligro el arco de Guillermo Sara, que tuvo que intervenir en algunas oportunidades para evitar que el rival se ponga en ventaja.
Con el correr de los minutos, la intensidad del Rojo bajó, aunque seguía siendo un poco más. Su adversario no llegaba prácticamente nunca a posición de gol, y los minutos iban pasando sin mayores emociones.
Sobre el fiinal, Federico Mancuello se fue expulsado y ahí cambió el panorama. El Xeneize pudo haberlo ganado primero con César Meli, y después con Burdisso, que lo perdió abajo del arco.
El Rojo también tuvo las suyas y el final fue de ida y vuelta, pero nadie pudo quedarse con el triunfo.