El día después de la bestia del gol, Ignacio Sccoco, tiene el sol y la calma más pura en predio de Ezeiza. Ya pasó la tormenta de los nervios y la lluvia de goles para una jornada histórica que lo ubicaron en un pedestal único.
Scocco, además de ser el primer jugador en la historia de la Libertadores en hacer cinco goles en fase de definición, se llevó todos los honores porque desde su efectividad letal River hizo la hazaña de dar vuelta un 0-3 para conseguir un 8-0 que ya tiene un lugar inevitable en la historia del club.
El jugador que explotó el mismo día que la FIFA habilitaba a Alario a jugar en el Bayern Leverkussen tiene 504 minutos con la casaca de River, en 8 partidos de los cuales fue titular en 6 ocasiones y 2 ingresó desde el banco, faltando a un solo juego de la temporada. La catarata de datos ni asoma en la parsimonia de Scocco que llega al predio como uno más, para compartir la ronda de mates con el grupo y que casi que se pone colorado cuando le llueven los elogios.
Cuentan en la intimidad que los tantos que perdió en Bolivia lo mortificaron desde aquella noche y que el valor es que esa frustración la convirtió en furia y un deseo irrefrenable de ser el chico de la tapa pero por los goles.
Pero ya está, ya lo que dijo lo dijo primero en la cancha y luego en las conferencias con la pelota bajo el brazo. Ahora se lo ve correr junto a sus compañeros, cerca de Maidana por momentos, bancando las bromas del Pity, cruzando algunas palabras con Enzo Pérez y aceptando algunas fotos pero no mucho más. Casi como una auto culpa repite cuando le pregunta sobre el triunfo, “para ganar la Copa no podemos tener partidos como el de Bolivia”.
La marca perfil bajo de Scocco la tiene todo el plantel que volvió a entrenar luego de un partido histórico sin estridencia y con Gallardo pensando en el equipo ante Argentinos. Por eso luego de las felicitaciones al grupo y a los jugadores, el Muñeco separó a los grupos y mientras los titulares descansaban tras una tarea liviana, él le daba mil indicaciones y correcciones al resto que trabajaron con pelota en espacios reducidos, sin indicios del relax post fiesta y con la presencia del uruguayo Nicolás De La Cruz que recibió el alta y le aportará alternativas al Muñeco.
Pensando en el Bicho, el Millo, vuelve al trabajo el sábado en el predio de Ezeiza y recién al mediodía estará la lista de concentrados para dicho partido, si bien no hay nada determinado es probable que algunos jugadores como Maidana, Ponzio, Enzo Pérez y Scocco quizá descansen. Por eso el equipo es una incógnita que no se resolverá hasta antes del partido, de acuerdo a la recuperación de los jugadores que jugaron ante Wilstermann. Hay que recordar que tanto Saracchi como De La Cruz que ya debutaron en el fútbol local, a partir de semifinales también van a poder jugar en la Copa.