La Selección Argentina buscará este martes, desde las 16, ante la Selección de Croacia meterse en una nueva final del mundo. El entrenador rival, Zlatko Dalic, bosnio-croata de 56 años ya que nació en la ex Yugoslavia que actualmente es parte de ambos países, es muy cristiano y tiene una cábala en todos los partidos.
Dalic, un hombre de fe, siempre dirige con un rosario en el bolsillo del pantalón. “Siempre llevo uno conmigo y cuando siento que estoy pasando por un momento difícil pongo mi mano en el bolsillo, me aferro a él y luego todo es más fácil”, aseguró el técnico.
Y mal no le va: fue subcampeón del mundo con Croacia en Rusia 2018 y ahora lo volvió a meter entre los cuatros mejores del mundo, con la ilusión de tener revancha en Qatar.
Además, su Croacia ganó cuatro mata-mata por penales, llaves que terminaron empatadas, entre la pasada Copa del Mundo y la actual: octavos con Dinamarca y cuartos con Rusia en 2018 y ahora Japón y Brasil en las mismas instancias respectivamente.
Cuando era un niño, Dalic fue monaguillo. Nunca abandonó su religión, de hecho le agradece a Dios cada uno de sus logros y suele mencionarlo. “Todo lo que he realizado en mi vida y en mi carrera profesional se lo debo a mi fe y estoy agradecido a mi querido Dios”, comentó una vez.
Mientras que recordó que de chico "era feliz de ir a misa, mi madre me enseñó y me dirigió a la fe" y reveló: "Soy un creyente todo el tiempo, y así crío a mis hijos. Todos los domingos intento ir a Eucaristía".