La imagen del hincha de Belgrano debiéndose arrojar al vacío para no ser linchado fue la postal que dejó, lamentablemente, el clásico cordobés, que volvió a disputarse este sábado después de 15 años en Primera División. La víctima que protagoniza las imágenes es Emanuel Ezequiel Balbo, de 26 años, quien se encuentra con muerte cerebral, según confirmó el hospital tras sufrir un traumatismo de cráneo severo.
Las primeras versiones indicaban que la violencia se hizo presente por una supuesta infiltración de un hincha de Talleres en la tribuna Willington, de un estadio Mario Alberto Kempes colmado por 60.000 piratas. Pocas horas después, la historia dio un giro trágico.
Según informó el sitio deportivo MundoD y tal como se pudo recopilar por posteos en redes sociales de la familia de Balbo, el muchacho reconoció entre la multitud al asesino de su hermano, quien falleció en un confuso episodio en 2012.
Enrique Díaz, de 15 años, y Agustín Balbo, de 14, murieron al ser atropellados, mientras se trasladaban en una motocicleta, por un vehículo que participaba de una picada. Por el caso fueron detenidos dos personas: Javier Alejandro Navarro y Oscar Eduardo el Sapo Gómez. Este último, fue a quien habría identificado Emanuel en el encuentro disputado el sábado.
Como método de defensa y para encontrar apoyo del resto de los presentes, el señalado por Balbo decidió gritar que había un hincha de la T. En ese momento, tal como relató un amigo que fue con la víctima a la cancha, los hinchas de Belgrano comenzaron a golpear al joven señalado por el Sapo, hasta que lo obligaron a arrojarse a las escaleras de cemento, a más de tres metros de altura.
Producto de la caída, Balbo fue inmediatamente trasladado por una ambulancia al hospital Municipal de Córdoba. Camino al nosocomio, el joven debió ser estabilizado por los médicos, tras sufrir un paro cardiorespiratorio.