El uno x uno de Corinthians y Boca

Cassio (6) prácticamente no tuvo trabajo, aunque le tapó un buen cabezazo a Caruzzo.
Alessandro (7) estuvo muy bien parado durante los 90 minutos. Nunca gravitaron por su sector.
Chicao (6) anuló a los delanteros de Boca. Ninguno pudo traerle complicaciones gracia a su buen trabajo.
Leandro Castán (6) jugó con una tranquilidad envidiable. Estuvo fi rme de arriba y de abajo.
Fabio Santos (6) se mandó muy poco por su sector, pero en la marca estuvo muy fi rme y sin problemas.
Jorge Henrique (6) apareció cuando tuvo que hacerlo y dejó la vida en la cancha. Corrió como pocos.
Ralf (7) estuvo prácticamente todo el partido luchando con los rivales. Fue el abanderado del roce y la presión.
Paulinho (6) apareció poco en juego, pero cuando lo hizo mostró su velocidad para ir al frente.
Emerson (10) fue la gran fi gura de la fi nal al marcar los dos tantos. Cuando apareció fue el más desequilibrante.
Danilo (6) dibujó una asistencia espectacular para Emerson.
Alex (7) cuando se metió en el juego fue de los más desequilibrantes del equipo.

Boca

Agustín Orión (6) se lesionó la rodilla izquierda, en un choque con Somoza, y aguantó media hora.
Franco Sosa (4) se limitó a marcar con la premisa de no complicarse. Una vez llegó al fondo y generó un corner.
Rolando Schiavi (2) ni siquiera hizo pesar su ofi cio. Encima, a veces se le fue la pierna y cometió un grave error en el segundo tanto.
Matías Caruzzo (4) fue uno de los más regulares. Generó, mediante un cabezazo, la única jugada de gol del equipo.
Clemente Rodríguez (4) marcó con fi rmeza y cada vez que pudo cruzó la mitad para aparecer libre por su banda.
Pablo Ledesma (4) sin dinámica y con poca lucidez a la hora de manejar el balón.
Leandro Somoza (3) se mostró confundido, deambulando en el medio y errático en los pases.
Walter Erviti (4) recibió un planchazo de movida y perdió la presencia que tuvo en el juego de ida.
Juan Román Riquelme (5) se movió mucho, pero el balón pasó poco por sus pies y eso lo fastidió.
Pablo Mouche (4) sin la claridad necesaria como para que su voluntad se convierta en algo productivo.
Santiago Silva (3) chocó y cometió miles de faltas. Nunca gravitó en ataque.
Sebastián Sosa (5) entró en un momento difícil y nada que hacer en los dos goles.