Cuando se abrió el mercado de pases, Independiente sabía que podían llegar muchas ofertas por los futbolistas que en la última temporada se habían afianzado en el equipo redondeando una muy buena campaña. A los primeros disparos europeos el Rojo respondió “agua”; pero ahora, la batalla cambió de aspecto y, a la baja de Emiliano Rigoni, que le costó muy cara a Holan de acuerdo a lo que se vio en el partido por Copa Sudamericana ante Atlético Tucumán, ahora se suma otra posibilidad inquietante: el Zenit de San Petersburgo, el mismo que se llevó a Rigoni, analiza ofrecer 20 millones de euros para quedarse con la joya del Rojo, Ezequiel Barco, el pibe de 18 años que es la cuota de desequilibrio a la que apuesta el entrenador para conformar el ataque.
Pero además, hay quien dice que desde Italia aún podría llegar un ofrecimiento por Nicolás Tagliafico, y aún no descartan que el Brujas de Bélgica se decida a iniciar gestiones por Martín Benítez.
Y sin bien estas noticias afectan los planes de preparación de Holan, muchos entienden que el dinero que ingresa no deja de ser importante para el club. Sin embargo, ayer Hugo Moyano debió pasar por la AFA para pagar la deuda de 30 millones que arrastraba el club y, en las próximas horas, la dirigencia deberá hacer frente a la inhibición del Banco Provincia, por un préstamo solicitado por la gestión de Julio Comparada, en el marco de un fideicomiso; ese dinero, que hoy por intereses representa una deuda de 90 millones de pesos, iba a ser utilizado para finalizar las obras del estadio (algo que en realidad realizó la actual conducción).
Hasta ahora Independiente no gastó dinero en compras de refuerzos: sólo contrató a Amorebieta, Jonás Gutiérrez, Silva y Domingo, todos en condición de libres.
Ahora, las urgencias para rearmar el equipo, obligaron a hacer varias inscripciones. Las más destacadas son la de tres delanteros colombianos: Felipe Pardo, de 27 años (de Olympiakos), Marlos Moreno, de 20 años (actualmente en el Girona de España) y Leonardo Castro, 25 años (del DIM).
Por otra parte, y para la Reserva, Independiente fichó a un arquero uruguayo de 18 años: Renzo Rodríguez, surgido en Pañarol (jugó en todas las Selecciones juveniles de su país) y que estaba en Novara de Italia.