L a fecha de elecciones puestas en junio marca, en principio, que a casi dos años de la muerte de Julio Grondona la Asociación del Fútbol Argentino aún no encontró el rumbo y no logró siquiera suplantarlo en una elección. En segundo orden, que el plazo fijado debilita aún más a los desgastados candidatos que pelearon durante todo 2015 por el sillón de Grondona.
Que las elecciones se concreten en 2016 le permite a cualquier otro dirigente que presente sus siete avales sumarse como candidato y esa posibilidad lejos de favorecer a los actuales, les dificulta el escenario: si alguien conjuga lo mejor de cada uno y le extirpa lo negativo, ganaría por escándalo.
La posibilidad abierta para algunos, es concreta. Daniel Angelici tuvo a lo largo del año idas y vueltas de cada sector que lo terminaron configurando como un actor de cierta independencia los paradigmas que proponen Tinelli y Segura y además tiene línea directa con el Gobierno nacional. Guarda ciertas formas tradicionales por las que vela el grondonismo residual y es crítico de la arrogancia omnisciente con la que Tinelli irrumpió en Viamonte, aunque acuerde en varias innovaciones propuestas por el animador televisivo. Podría equilibrar los votos de manera pareja, porque restaría de uno y de otro sin desbalancear: para el Ascenso, por ejemplo, no es confiable.
Armando Pérez fue sugerido por el propio Mauricio Macri: tiene un perfil de gestión que es favorito para macrismo por haber gerenciado primero a Belgrano para sanearlo y luego presidirlo sin desmesuras. De algún modo, la elección de Fernando Marín -ex gerenciador de Racing- para conducir el Fútbol Para Todos guarda la misma relación. La crítica constante de Pérez al modus operandi habitual de AFA hace que sus pares lo miren de reojo, de hecho no logró más de cinco avales en el último llamado a elecciones. Le quitaría más asambleístas a Tinelli que a Segura y su fuerte está en los clubes del interior.
Nicolás Russo, nuevamente elegido presidente de Lanús, volvió a caminar los pasillos de Viamonte y empezó a ser señalado por los dirigentes que más extrañan a Grondona y que se ven afuera de una asociación administrada por Tinelli. Fue candidato a intendente en el partido de Lanús por el massismo y perdió, pero su extracción es netamente futbolística. Tiene ascendencia entre quienes hoy sostienen a Segura y su candidatura dejaría nula a la del actual presidente.
Victor Blanco: siempre su nombre apareció como un potencial candidato a presidente de la AFA. Por lo que hizo en Racing y, antes de las elecciones nacionales, porque tenía buenos guiños de la Casa Rosada. Nunca mostró decisión de salir al ruedo. ¿Podrá hacerlo ahora?
¿Candidaturas en pie?Para elegir al nuevo presidente, deben pasar los torneos de verano, el de dos zonas de transición y la Copa América Centenario. Todo eso pasa en seis meses, que parecen poco pero está a la vista todo lo que sucederá en ese lapso. La pregunta, entonces, pasa por qué será de los dos candidatos que se mantuvieron en pié todo 2015.
¿Llegará al menos uno junio?