Desde su llegada al Millo tras un tiempo de inactividad, el volante estaba en la mente de Sampaoli y el propio Gallardo sabía que tarde o temprano le llegaría el turno. Ahora, en los momentos más difíciles, podría ser clave para la clasificación argentina

Jorge Sampaoli venía siguiendo los partidos de River porque quería convocar a varios jugadores. Pero en especial por Enzo Pérez, a quien no veía la hora de llamar. Estaba esperando el momento justo. El propio Marcelo Gallardo le dio una mano llevando de a poco el asunto para que el rigor del fútbol argentino no le termine jugado en contra en ese proceso de readaptación.

Gallardo ya tuvo su premio en el histórico partido de Jorge Wilstermann, donde Enzo apareció en toda su dimensión. Esa parada bravísima acabó sumando la ficha que faltaba para que su convocatoria a la Selección —que también vive un tiempo crucial– sea inevitable y hasta le puede dar el pasaporte al primer equipo el jueves cuando tengan que jugar ante Perú. Si bien hay razones tácticas, el tema de jugar partidos bravos es la mejor carta de embarque para su regreso a Ezeiza.

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En River, Enzo Pérez ya disputó 9 encuentros de los 10 que lleva el semestre oficial, con 582 minutos en campo, dos ingresos desde el banco y siete desde el minuto inicial y tres goles, dos de los cuales anotados en el partido más importante que jugó hasta ahora River. Tan de a poco lo fue llevando el Muñeco desde lo físico que apenas lo dejó en cancha 90 minutos en dos partidos. Su curva ascendente, inclusive en el partido ante Tigre, donde fue uno de los mejores a pesar del empate, convenció a Sampaoli, un conocedor del estilo Gallardo.

El análisis interno del cuerpo técnico para pensar en ubicarlo de titular hace pie en algunas cuestiones puntuales. De los convocados, Enzo Pérez es uno de los pocos volantes no posicionales y que tiene la vocación ofensiva de llegar al área rival a pesar de iniciar las jugadas lejos de la misma. Sampaoli, que suele jugar con dos delanteros sobre la raya, futbolistas que van de afuera para adentro, necesita jugadores que ataquen los espacios, que lleguen a los lugares que dejan los puntas al meterse para el centro.

Pues bien, Enzo Pérez demostró en River que es capaz de hacer eso a la perfección. Una jugada que mostró ante Tigre está dibujada en la cabeza de Sampaoli: el ex Pincha enganchó casi entrado de 8 y, de zurda, el disparo se le fue por arriba del travesaño, mientras Auzqui le disparaba para el primer palo, Scocco le pivoteba y Pity se le abría para el remate de media distancia. El cuarto gol ante Wilstermann, rompiendo todas las líneas, fue otro gesto táctico de inevitable referencia. Pero Pérez tiene además un buen disparo de media distancia, sabe jugar a un toque, y podría ser una descarga para Messi al estilo Iniesta en Barcelona.

Lo cierto es que en el momento más importante de esta Selección, River devuelve a Enzo a la celeste y blanca en un gran nivel para que Sampaoli lo convoque por primera vez. Así, el ex jugador de Valencia, al que Maradona convocó en 2009, que tuvo un gran Mundial con Sabella en 2014 y que registra su última convocatoria en marzo de este año con Bauza (0-2 de frente a Bolivia, jugando 70 minutos), encontró en River todo lo que necesitaba: su lugar en el mundo y la llave para vestir la camiseta que todos quieren vestir.

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