Jacob Mellis pasó de formarse y jugar para el Chelsea de Carlo Ancelotti en la Champions League a terminar en la calle luchando contra su adicción al alcohol. El inglés, que tiene 32 años, tiene problemas con el alcohol desde su juventud y su falta de profesionalismo hizo que terminara siendo un jugador más del montón. Además, después de tener que retirarse en 2022 debido a una lesión, sus problemas no pararon de crecer.
Mellis llegó a Chelsea en 2007 con 16 años después de que lo hallaran en las inferiores de Sheffield United. Lo consideraban una gran promesa de la cantera en el puesto de volante central. Jugó seguido para las categorías Sub-18 y Sub-20 y antes de su debut en el primer equipo tuvo breves pasos por Southampton y Barnsley. En tanto, a pesar de no debutar en la Premier League, sí lo hizo en la Champions frente a MSK Zilina con la clasificación casi firmada a los octavos.
Sin embargo, sus malos comportamientos lo fueron alejando de la élite. “Recuerdo que una vez llegué borracho a un entrenamiento. Tendría 19 años y recuerdo a David Luiz, que no hablaba demasiado inglés, preguntarme ‘oye, ¿has bebido?’ olfateando mi aliento. Intentaron que Ashley Cole fuese mi mentor y que me ayudara a centrarme, a que saliera menos... Yo encima era un engreído y un arrogante que pensaba que debería estar jugando”, le aseguró al diario británico Daily Mail.
Una broma que hizo fue un punto de quiebre, que lo sacó de Chelsea. Según contó el exjugador, un día de entrenamiento como cualquier otro activó una bomba de una de las instalaciones de Cobham y se generó un gran revuelo ya que se encendieron las alarmas contra incendio, llegaron los bomberos y debieron evacuar todo.
Tras lo ocurrido, él y su compañero Billy Clifford -a quien le pertenecía el dispositivo- fueron apartados de la institución. “Estaba en el vestuario. No sabía qué hacía para ser justos, tiré de la cosa, comenzó a hacer humo y se disparó la alarma contra incendios. Fue solo una estúpida broma que salió mal”, recordó.
Y continuó: “Estaba muy frustrado ese año. Ancelotti dijo que me fuera cedido a Barnsley y la siguiente temporada iba a estar con ellos”. Sin embargo, en su regreso todo cambió debido a la llegada de André Vilas-Boas. Sobre esto sostuvo: “No creo que realmente le gustara demasiado para ser justo”. Sus siguientes pasos fueron por Blackpool, Oldham, Buri, Mansfield, Bolton, Gillingham, Southend United y Leatherhead, del ascenso de Inglaterra, hasta que una lesión de rodilla en 2022 terminó con su carrera.
“Desde que dejé de jugar, tienes más tiempo para pensar. Tienes que arrepentirte de eso. La cantidad de gente que se me acerca y me dice “Dios mío, ¿qué te pasó?”, ahí es cuando me pone a pensar. Estas son personas que están jugando en la Premier League. Día a día no se arregla nada. Crees que nunca te puede pasar a ti”, aseguró el exfutbolista.
Hoy en día los vicios por el alcohol lo siguen acompañando y el hotel Alderley Edge es su casa por algunas horas, aunque cuando todas las habitaciones están cubiertas debe buscar otro lugar y muchas veces duerme en las calles del Reino Unido, con el único sustento de su seres queridos. "Paso cada día pensando adónde ir realmente. Tengo familia, pero no quiero depender de ellos. Quiero intentar hacer cosas por mí mismo. Ha sido difícil. Intento no pensar demasiado en ello. Solo trato de seguir adelante”, declaró.
A pesar de las complicaciones que sufrió a lo largo de su vida, hoy en día quiere volver a donde fue feliz: las canchas, pero desde otro lugar. El inglés se puso en contacto con Asociación de Jugadores Profesionales para dentro de poco ingresar a su clínica Sporting Chance que lo ayude a superar su adicción.
En tanto, el Chelsea le ofreció apoyo para retomar sus estudios y convertirse en quien busque talentos en inferiores, igual que como lo encontraron a él. Mellis contó: “Es algo que voy a disfrutar porque veo fútbol cada día y creo que puedo ayudar a los jóvenes a alejarse de las ‘trampas’”.