Fútbol
El entrenador fue sincero al ser consultado por una eventual posibilidad de suceder a Bianchi. Recordó cuando dejó el club para irse a River y reconoció que muchos hinchas no se lo perdonaron. Escuchalo acá
Ricardo Gareca es uno de los entrenadores más codiciados del momento. A fuerza de trabajo, seriedad y éxitos en Vélez, donde pudo desarrollar un proyecto con todas las letras, el Tigre suena sucesivamente para dirigir a los equipos con más aspiraciones en el fútbol argentino; entre ellos, claro, Boca y River.
En un extenso diálogo con América & Closs, el Flaco aclaró primero que no recibió el llamado de ningún dirigente y fue más contundente todavía al momento de asegurar que no mantendría reuniones con nadie mientras haya otro entrenador trabajando. Sin embargo, apeló a la historia para explicar por qué Boca es casi un imposible para él.
Antes que nada, un poco de contexto: Gareca y Oscar Ruggeri quedaron en el imaginario del hincha xeneize como los "traidores" que dejaron Boca en un mal momento para cruzarse de vereda y jugar, nada menos, que en River. Fue en 1984, en medio de una grave crisis institucional para el club de la Ribera y una huelga de futbolistas que desbordó todo.
El propio Gareca lo explicó en la radio: "Los dos estamos marcados, Oscar se ha quedado mucho tiempo en River; yo soy un jugador totalmente formado en Boca. Por ahí la última generación... ahí veo un freno (para dirigir en Boca); Boca es algo muy difícil para mí, lo veo complicado".
"En la historia de Boca y River ha habido grandísimos jugadores. Di Stéfano jugó en River y después dirigió a Boca, pero no sé por qué pareciera que Ruggeri y yo, a través de una huelga, de acontecimientos históricos que muchos desconocen, y la gente no sabe que fue la peor época de Boca... Boca no tenía nada, pero quedamos marcados Ruggeri y yo, pareciera que fuimos dos traidores", sentenció.
Cuando le preguntaron si le tiraba más River que Boca, también fue categórico: "No hay que confundir el hecho de que soy sincero, porque el hincha de Boca lo recuerda. Habiendo tantos ídolos como Palermo y Guillermo, me parece que le van a dar prioridad a ellos cuando Bianchi decida irse".
Y cerró: "No es que me interesa más la camiseta de River que la de Boca. A mí no me interesa nada. Yo soy hincha de Vélez de toda la vida, lo dije varias veces. Soy un profesional y voy a ir adonde me paguen". Clarito, ¿no?
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