El primero de noviembre de 2015, Boca ganaba su última liga local, de la mano de Rodolfo Arruabarrena. La consagración llegó una fecha antes, ante Tigre, con gol de Luciano Monzón. El certamen, al igual que el actual, fue de 30 fechas, y otra coincidencia fue que Carlos Tevez participó tan sólo seis meses. En aquella ocasión, fue en la definición, y en esta oportunidad en la primera parte del certamen. Lo cierto, es que Guillermo Barros Schelotto buscará su primera vuelta olímpica como entrenador xeneize, con la intención de también liquidarlo antes. Es más, si se dan resultados, puede ser campeón la jornada que viene, es decir, dos jornadas antes del final.
El equipo del Vasco, en ese certamen de 2015, fue más efectivo, ya que a lo largo del torneo sumó el 71,11% de los puntos en juego. Sin embargo, en relación al promedio de goles a favor, y al de recibidos fue superado por el plantel actual del Mellizo. El máximo anotador xeneize, de hace dos años, había sido Jonathan Calleri, con diez festejos, pero lejos del goleador del torneo, Marco Ruben, de Rosario Central, con 21 gritos. Hoy, en cambio, el equipo tiene al máximo artillero de la competencia, que es Darío Benedetto, con 18 festejos, uno más que Sebastián Driussi, delantero de River.
En cuanto a los tantos a favor, en esta campaña, se mostró un mayor poderío ofensivo, ya que el promedio es de dos por cotejo, mientras que con el Vasco, fue de 1,63. Con respecto a los goles recibidos este año es de 0,81 por encuentro, y en el 2015 de 0,86. A pesar de esos números, la diferencia estuvo en los partidos ganados, ya que con Arruabarrena se sumaron 20, algo inalcanzable para este plantel, que si logra los nueve puntos restantes, llegará a 19 victorias. Eso sí, si logra todos las unidades, sacará más que el campeón de 2015, ya que llegará a la suma de 65, contra los 64, con los que finalizaron los de Arruabarrena. Y ahí, se convertiría en un grupo de mayor efectividad.
Con el Vasco, en la primera parte del certamen, Tevez estaba en Juventus, en un nivel altísimo. Para la segunda parte del torneo, llegó con bombos y platillos, desde el viejo continente. En el torneo fue importante, y anotó cinco goles. Con Guillermo, también estuvo seis meses, pero fue al revés, ya que jugó en la etapa inicial. Cuando mejor estaba rindiendo, se fue a China. La coincidencia, es que también aportó cinco festejos en esta competencia.