Fútbol
Las deslealtades identificadas son las que más dudas le generan los aspirantes al sillón de Don Julio, que quieren superar las 45 adhesiones calculadas para cubrir el margen de traiciones.
Un recordado episodio de la tira animada Los Simpsons grafica del mejor modo una particularidad que domina la escena pre electoral de AFA: los que caen siempre parados y saltan de una posición a otra sin recibir heridas mortales. "Señor presidente, hice campaña con el otro candidato, pero voté por usted", le aclaraba Krusty el payaso al personaje que representaba en ese capítulo al primer mandatario estadounidense Bill Clinton y eso parece suceder hoy.
El temor de Marcelo Tinelli es que los votos que hasta hace una semana contaba como propios, terminen con Luis Segura. El caso más emblemático es el de Defensa y Justicia: José Lemme es un histórico grondonista, administrador del dinero de la Casa hasta la llegada de Eduardo Spinosa y que durante la Copa América terminó volcándose a las filas del animador televisivo. El hombre fuerte del Halcón dijo públicamente que ya no apoyaba a Segura y que su voto iba al candidato opositor. Sin embargo, en los últimos días salió en varias fotos junto al actual presidente de AFA.
A la inversa, Segura cuenta a su favor a Atlético Tucumán, cuyo presidente Mario Leito no dijo públicamente a quien apoyaría, sin embargo el gobernador de esa provincia lo presiona para que el voto sea para Tinelli. Lo mismo sucedió con Patronato y la Liga Paranaense: hasta hace una semana no sumaban para la oposición y ahora sí. Acuerdos políticos.
Tan sensible está el panorama que a un dirigente se ganó la desconfianza de Tinelli. Se trata de Pipo Marín, un grondonista de la primera hora que pegó el salto a las filas del animador fracturando el Ascenso, que se agrupó bajo el ala de Chiqui Tapia. Semanas atrás, circuló en las redes sociales una foto en la que el hombre de Acassuso posaba con sus antiguos camaradas, quienes acotaban frases de bienvenida, dando a entender que había vuelto al grupo inicial.
Tras chequear su fidelidad, Tinelli le manifestó su enojo por haberse prestado a la humorada que, a la vista de la opinión pública, lo mostraba disminuido. Marín juró que la foto era vieja, por eso los muchachos del Ascenso intentaron una toma actual y la gracia que no pasó del intento por momentos preocupó a los testigos que veían los forcejeos que configuraban la desopilante escena en el segundo piso de AFA.
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