La violencia no tiene fin en el fútbol argentino. Este domingo, en el marco del clásico rosarino, hinchas de Newell's Old Boys le tiraron piedras al micro que trasladó a los jugadores de Rosario Central a la cancha. Por suerte, no hubo heridos.
A pocos metros del estadio, cuando el plantel de Rosario Central llegaba cantando canciones de su hinchada, se reventaron más de una ventana por piedras arrojadas por los fanáticos del conjunto rojinegro. Y le tiraron de todo, no solo piedras, también botellas.
Más allá del ataque, el plantel siguió cantando y algunos sacando la cabeza por las ventanas rotas, de cara a la hinchada rival calentando aún más una previa que venía picante.
Por su parte, la policía frenó el ataque y despejó la zona tirando balas de gomas a los hinchas. Se requirió de la asistencia por parte de los efectivos para que con sus escudos puedan formar un puente para que los jugadores del Canalla puedan entrar al estadio.