Huracán debutó en la Copa Libertadores con un empate sin goles

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Fue un partido más bien chato, salvo pasajes aislados de más dinamismo, sobre todo en el segundo tiempo. En líneas generales el trámite fue parejo: Huracán fue levemente superior en el primer tiempo, y Boston hizo un poquito más de méritos en el complemento.

Está claro que la instancia lo obliga al Globo a tomar recaudos, sobre todo teniendo en cuenta que en una semana define de local. Pero fue un planteo demasiado conservador de Diego Dabove: poco peso ofensivo de los laterales y Santiago Hezze anclado en la mitad de la cancha. Y encima, los cuatro de arriba no estuvieron finos.

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Con poco, Jonás Acevedo volvió a ser el mejor del equipo quemero. Gabriel Gudiño fue el más claro a la hora de definir y contribuyó mucho en el ida y vuelta, Juan Gauto pecó de acelerado muchas veces, y Matías Cóccaro, mejor en el juego sucio y en chocar con los centrales que con la pelota en los pies, donde estuvo impreciso.

Boston tardó en hacerse cargo de la localía. El más peligroso fue Jonathan Urretaviscaya, quien se tiró atrás para asociarse y buscó rematar mucho de afuera del área. Los segundos 45 minutos le sentaron mejor al conjunto uruguayo, aunque sobre el final fue nuevamente el Globo quien volvió a adueñarse de la pelota y generar las chances de gol, con el buen ingreso de Nicolás Cordero.

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Quizá Huracán respetó demasiado a un equipo que no mostró tantos argumentos para ser respetado. Por cómo se dieron las cosas, el empate es justo y no es mal negocio para los dirigidos por Dabove, que tendrán que mejorar para quedarse con la serie en el Tomás A. Ducó, sobre todo en el plano ofensivo.

La revancha será el próximo miércoles, a las 19, en Buenos Aires. Pero antes, Huracán viajará a Santa Fe para medirse con Colón por la quinta fecha de la Liga Profesional, el domingo a las 17.