Cuando parecía que Lanús se aferraba a la conquista de José Sand y cuidaba la victoria como oro, Independiente obtuvo el premio a su insistencia y consiguió empatar a siete minutos del cierre con un cabezazo de Leandro Benegas que se festejó con suspenso por la revisión del VAR.
En una de las primeras - y pocas- que tuvo, el Granate abrió la cuenta a los 20 minutos por intermedio de un eterno Pepe Sand, que capturó un control de su compañero de ataque, Franco Troyansky, y la empujó a la re para gritarlo con toda la bronca.
Después de romper el cero, el conjunto de Frank Darío Kudelka cayó en una recaída futbolística y le abrió las puertas al Rojo, pero la poca claridad en ataque de Leandro Fernández, Damián Batallini y Leandro Benegas durante el primer tiempo lo dejaron en blanco hasta el descanso.
Para el complemento, el conjunto de Avellaneda mantuvo el empeño por emparejar los números. Con más méritos desde la insistencia y solo algunos destellos colectivos, chocó contra un Grana que se metió atrás, le cortó los circuitos y apostó a la contra. Con esa fórmula, casi amplía el marcador Troyansky estrellando un tiro en el palo.
Hasta que a los 83 minutos Independiente encontró el tesoro que buscaba. Insaurralde, que se había quedado en ataque tras un córner, levantó un centro al corazón del área y el uruguayo Benegas la metió con un forzado toque de cabeza.
Después de unos momentos de revisión por una posible falta a Fernando Monetti, Facundo Tello marcó el punto medio y el equipo de Julio César Falcioni se quedó con un empate que valió más que un punto, teniendo en cuenta el esfuerzo.
A Lanús, en cambio, le quedó la sensación de perder dos puntos y pagó caro no tener la confianza para cerrar el partido. Fue un resultado justo para dos equipos que no logran salir del fondo.
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