Todos los resultados de la fecha, incluso antes de que River visite a Gimnasia de La Plata, parecen dejar algo en claro: que el Millonario y Boca se disputarán el título mano a mano, cara a cara. Pero dentro de esa batalla, hay otra lucha: Sebastián Driussi y Darío Benedetto encabezan la tabla de goleadores, y son los máximos aspirantes a quedarse con ese reconocimiento.
Ambos vivieron el campeonato de explosión. Driussi consiguió la titularidad en la mitad del semestre pasado y se transformó en el acompañante ideal de Lucas Alario, la gran joya del plantel de Marcelo Gallardo. Con la potencia de un toro y capacidad para salir del área a entrar en contacto con la pelota, el juvenil que hizo toda su formación en las divisiones inferiores de River convirtió quince goles, y varios importantes, entre ellos, dos contra Boca: uno en La Bombonera y otro en El Monumental.
El arribo de Benedetto a Boca venía con una carga emocional. Hincha fanático del Xeneize, inició su carrera en Arsenal de Sarandí y brilló en México, primero en Tijuana, luego en América, uno de los gigantes del país azteca. Apenas apareció el interés de Guillermo Barros Schelotto, resignó plata para venir a La Boca. Metió quince goles a pesar de algunas lesiones. Su remate de media distancia y la gran capacidad para hacerse de espacios en el área le permitieron alcanzar una cifra altísima.
A pesar de que José Sand, que vive una nueva juventud en Lanús, los acecha con 14 goles, todo indica que será una lucha entre los artilleros de los equipos más importantes del país. Y ambos buscan romper una racha: desde el Apertura 2007, cuando Martín Palermo alcanzó once goles, ningún futbolista de River o Boca se consagra como el jugador que más tantos gritó.
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