La cosa se puso peor para el local cuando el propio Rinaldi anotó el 2 a 0 en el inicio del segundo tiempo. ¿Asunto liquidado? Eso parecía. Sin embargo, ese River dirigido por Carlos Griguol no se entregó y consiguió una victoria con gusto a hazaña.
Primero, Jorge Da Silva aprovechó un centro de Gordillo y descontó de cabeza. Más tarde se dio la misma situación, aunque con Alzamendi y Corti como protagonistas: el uruguayo la cruzó y Carucha convirtió.
Pero sobre la hora habría más emociones fuertes: el 3-2 a cargo de Palma -tomándose revancha de lo que le había sucedido un rato antes- y una chance inmejorable para Boca en la última jugada.
Loustau sancionó penal por mano de Gordillo y la ejecución quedó en la zurda de Jorge Comas. En medio de una expectativa fácil de imaginar, el disparo se fue a las nubes y las imágenes del final encontraron la cara y ceca del fútbol: Comas, arrodillado, mirando el césped, tratando de digerir la tristeza que embargaba a Boca.
Y River, abrazado al festejo de un triunfazo que logró con esta alineación: Pumpido; Gordillo, Nelson Gutiérrez, Ruggeri y Erbín; Corti (Morresi), Gallego (Borelli), Troglio y Palma; Alzamendi y Jorge Da Silva. DT: Carlos Griguol.
Boca formó con Genaro, Abramovich, Fornés, Cuciuffo y Hrabina; Melgar, Fabián Carrizo, Villarreal y Rinaldi (Stafuza); Humberto Gutiérrez y Comas. DT: Juan Carlos Lorenzo.
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